Seguramente, a día de hoy el interés por el análisis espacial no precise de demasiadas justificaciones como posible herramienta epistemológica en el campo de las ciencias sociales. En cambio, resulta algo más problemático citar a un autor como Carl Schmitt -tanto por sus ideas políticas como por su trayectoria vital- y reivindicarlo como pionero de ese mismo marco analítico.
Modificando los significados del espacio recorrido, el acto de caminar ha sido la primera acción estética que ha penetrado en los territorios del caos construyendo un nuevo orden en el que se ha desarrollado la arquitectura de los objetos firmes.[1]