En este momento, mientras estoy escribiendo, estoy produciendo datos.
Cuando leas este artículo, estarás produciendo datos.
Inevitablemente, inconscientemente e irremediablemente, somos todos consumidores y productores de datos, tanto visibles como invisibles, técnicamente llamados metadatos.
¿Pero, qué son los metadatos? Podríamos definir los metadatos como “los datos sobre los datos”, es decir, toda aquella información que no aparece en la pantalla del dispositivo que utilizamos para trabajar, chatear o simplemente para navegar en Internet pero que existe y que, muchas veces, ni siquiera es accesible a los usuarios.
Cuando el 14 de marzo de 2020 se decretó el estado de alarma en España, para hacer frente a la implacable expansión de la Covid-19, se cerraron las fronteras del país, se confinó a todos los ciudadanos en sus casas y se bloqueó gran parte del sistema productivo. Sin embargo, aumentamos la producción y difusión de los metadatos. Todo el mundo permanece conectado haciendo reuniones virtuales, compras online y contemplando las fotos y los vídeos colgados en las redes sociales. A cada clic, búsqueda o comentario seguimos engrosando los almacenes de los datos informáticos de las grandes corporaciones que trabajan a través de Internet.
Frente a la imposibilidad de seguir con una forma de vida presencial, se experimentaron nuevos formatos de relaciones entre personas y mundo digital.
En este contexto, la artista plástica Irma Marco (Valencia, 1981) inició la producción de una serie de obras que forman parte del proyecto #internetflags.
La artista cosió y pintó a mano varias banderas con diferentes mensajes: breves textos, frases evocadoras o simples preguntas que plantean una reflexión que cuestiona nuestra relación con el mundo digital e Internet.
Fue así que, a pocos días del cierre del país, la artista colgó en el balcón de su casa una bandera de color azul con el mensaje HELLO WORLD_. Un saludo al mundo vaciado de sus habitantes, el mundo que se podía ver sólo detrás de las ventanas o a través de las pantallas. A la vez, este “Hola Mundo” pintado con letras mayúsculas y acabado con un guión bajo, recuerda a uno de los ejemplos más sencillos que se utilizan en el lenguaje de la programación informática. Un dualismo de significados que viaja entre la dimensión real y la digital, el espacio físico y el virtual, las manifestaciones íntimas y las públicas.
De manera sucesiva, a lo largo de los meses de confinamiento, la artista fue cambiando las banderas expuestas en su balcón y, con ellas, también sus mensajes, en búsqueda de un diálogo con el vecindario.
Cinco meses después, estas mismas obras, se han podido exponer en la galería Espai Souvenir (www.espaisouvenir.org), situada en el distrito barcelonés de Gràcia, el mismo barrio de residencia de Irma Marco. Una manera de reconectar el proceso llevado durante el confinamiento con la posterior muestra al vecindario.
La exposición titulada #internetflags, comisariada por Arianna Esposito y Marco Tondello, se divide en dos contextos: el espacio interior de la galería y el espacio exterior, en las calles limítrofes de Espai Souvenir, donde vecinos, amigas y conocidos han instalado en sus balcones y ventanas las banderas del proyecto.
Repetir ese gesto desde otros balcones significa volver a presentar los mensajes hacia otros horizontes, otras calles, otros lectores.
De esta manera, la bandera REAL LIFE, expuesta en plena Plaça del Diamant, interroga a los viandantes sobre si la vida que están viviendo es todavía una “vida real”: una existencia caracterizada por la apariencia que enseñamos en las redes sociales, una realidad privada de relaciones humanas físicas.
Del mismo modo, la bandera negra colgada en Carrer d’Astúries, nos hace reflexionar sobre el vínculo que tenemos con Internet: la frase cifrada I ***E INTERNET puede evocar lecturas distintas: hay quien la interpreta como “I Love / Amo” y quien “I hate / odio” Internet.
A pesar de las reflexiones que los mensajes de las banderas nos sugieren sobre Internet y el mundo digital, una de las características más relevantes es su aspecto participativo: un trabajo personal que, gracias a la colaboración de diferentes personas que han querido involucrarse en el proyecto, se transforma en inclusivo. Gracias a Espai Souvenir, a Creadors En Residència, a los alumnos y alumnas de 3º de ESO del Instituto Montjuïc, a l’Afluent y a los habitantes de Gràcia, #internetflags ha podido salir de la galería y entrar en la ciudad.
Aunque no lo parezca, las calles de la antigua Vila de Gràcia tienen mucho en común con Internet y con la denominada Web social. Los programas de software que utilizan metadatos para crear la supuesta World Wide Web inteligente y el servicio que regula las redes sociales, se basan en los mismos patrones que auto-organizan las antiguas ciudades. Como explica Steven Johnson en el libro Sistemas emergentes: que tienen en común hormigas, neuronas, ciudades y software del 2001, los mismos habitantes de una ciudad son los que crean los barrios y gestionan su funcionamiento, así como las páginas web se construyen y autorregulan a partir de millones de decisiones e interacciones individuales que decretan el orden global. La evolución de las reglas simples a complejas es lo que se denomina como “emergencia” y que está en la base de los mecanismos con los que se fundaron Amazon, Facebook y Google.
En este sentido, resulta sugerente citar la nota teórica del urbanista y activista sociopolítica Jane Jacobs que señalaba: "bajo el aparente desorden de la ciudad vieja, [...] hay un orden maravilloso [...]. Su esencia es un uso íntimo de las aceras acompañado de una constante sucesión de miradas. Este orden está compuesto de movimiento y cambio, y aunque es vida y no arte, bien podríamos llamarlo el arte de la ciudad [...]."
El valor del intercambio social activado en las aceras promovido por Jacobs, a su vez, es comparado por Johnson con los sistemas informáticos, donde el comportamiento de los usuarios equivalen a aquellos de los bytes computacionales.
La poética idea que Jacobs nos proporciona de la vida en las calles como una forma de arte y las sugestiones que las banderas de Irma Marco nos ofrecen con sus mensajes asomados a diferentes ventanas de Gràcia, nos invitan a reflexionar sobre nuestros comportamientos y nuestra manera de utilizar Internet. Está en nuestra manos decidir si vivir la ciudad se asemeja más a un “orden maravilloso de una constante sucesión de miradas” o a las interacciones de datos virtuales en la compleja arquitectura del ciberespacio.
- Jacobs J., Muerte y vida de las grandes ciudades, Ediciones Península, Madrid, 1967
- Johnson, S. (2004). Sistemas Emergentes: o qué tienen en común hormigas, neuronas, ciudades y software, Turner Fondo de Cultura Económica, 2001
Irma Marco (Valencia, 1981) es una artista pluridisciplinar, investigadora y docente. Actualmente residente en Fabra i Coats - Fàbrica de Creació (Barcelona, 2018-2020). Ha expuesto e intervenido en el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales de La Habana (Cuba), en el Museo de Arte Moderno de Santo Domingo (República Dominicana), en Matadero, Fundación Telefónica y la Galería Blanca Soto de Madrid, en el CCCC - Centre del Carme y el Espai Tactel de Valencia así como en Barcelona en el MACBA, en la galería Tangent Projects, en Arts Santa Mònica y en el Festival Influencers ddel CCCB. Ha participado como artista residente en diversos programas de arte y educación como Creadors en Residència (Barcelona 2019-2020), Zona Intrusa (MAC-Mataró, 2019) y Bòlit Mentor (Girona 2017-2018).
Arianna Esposito (Roma, 1993) y Marco Tondello(Padua, 1989) son dos jóvenes comisarios italianos residentes en Barcelona. Ambos se han graduado en el Máster Oficial en Comisariado de Arte Digital en ESDi y Universidad Ramon Llull. Sus intereses y experiencias curatoriales se dirigen hacia el arte digital y las prácticas artísticas contemporáneas.