Algo entre lenguaje y músculo | IAM CAMPIGOTTO

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português


Iam Campigotto. Algo entre lenguaje y músculo. Performance, 2018.

“Pies planos en el suelo. Peso del cuerpo distribuido igualmente entre piernas y nalgas. Manos agarran rodillas. Rosto adelante. Ojos miran directo adelante. Respiración leve. Espaldas empujan adelante. Traga. Traga”.

El fragmente de encima fue un montaje/apropiación del libro “Freme” (plataforma par(ent)esis, 2016), de Kenneth Goldsmith traducido al portugués por Caetano Galindo, para la performance “Algo entre lenguaje y músculo”, en la que me basé como una partitura para la acción.

“Freme”, en el que Kenneth Goldsmith describe sus movimientos corporales en el período de un día, 16 de junio, se inspira en “Ulysses” de James Joyce. El libro, que acompaña un día en la vida de Leopold Bloom, ha dado origen al Bloomsday en Irlanda, actualmente conmemorado en diversos lugares del mundo. Kenneth Goldsmith durante el Bloomsday de 1997, sólo en su piso, registró verbalmente en audio todos los movimientos de su cuerpo de las 10 horas de la mañana a las 10 horas de la noche, hora que el artista se fue dormir. Ese material fue transcrito y posteriormente utilizado como publicación. En 1998, durante la performance vocal-visual del libro hecha por el artista Theo Bleckmann en el Museu Whitney, en Nueva York, Goldsmith lanzó la primera publicación, con 100 ejemplares. En 2000, el libro originalmente titulado “Fidget  tuvo su primera versión completa lanzada por la Coach House Books.

“Algo entre lenguaje y músculo” reúne libro, lectura, audios, movimientos coreografiados y acciones que proponen una nueva lectura junto al público. La idea me vino a partir de ejercicios y reflexiones de cómo “Freme” podría ser tratado como una partitura o de cómo la performance puede ser una lectura. Las múltiples e inusitadas posiciones corporales resultantes, me facilitaron diversos materiales y surgió la necesidad de organizar algo mayor utilizando ese libro.


Iam Campigotto. Algo entre lenguaje y músculo. Performance, 2018.

Invité la maestra de danza Diana Gilardenghi para la preparación corporal de este nuevo proyecto. De esa forma, pasamos un año en un estudio de danza pensando las formas de lectura y traducción de “Freme” (2016) para  mi cuerpo. La comprensión surgió de la proposición de Goldsmith de que de la escucha y la percepción del cuerpo se forman palabras. A su vez, la palabra es grabada y transcrita, convirtiéndose en libro. Fue en ese sentido en el que el libro traducido en portugués fue leído y corporificado por mí, transformándose en acción performativa. El texto de “Freme” consiste en operaciones abstractas de un cuerpo que no sabe exactamente lo que está haciendo. Eso fue bueno para la creación de formas absurdas y movimientos operacionales antinaturales. Un cuerpo extraño que se contorsiona, que tiembla, que tiene espasmos. De esa forma, surgió una especie de lenguaje de mi propio músculo.

Caetano Galindo, traductor del libro de “Freme” en Brasil, también tradujo “Ulysses” de James Joyce al portugués. La traducción de “Fidget“ para “Freme” viene del verbo fremir, que es estar agitado por tremores, temblar o estremecerse. Pensar la traducción en este caso es interesante, pues tiene varias capas. En “Ulysses”, Joyce cambia la gramática inglesa creando nuevas palabras. Caetano Galindo, a la vez conocedor del territorio de la traducción de Joyce, hace nuevos juegos de palabras en su traducción de “Freme”. En una operación similar, Kenneth Goldsmith juega con las palabras, uniendo y cambiando funciones. En relación a la lectura, el artista dice que sus libros no necesitan ser leídos por completo, pues a partir del momento en que el lector comprende cual es su idea, el trabajo ya ejerció su función.

En una entrevista a Marjorie Perloff, Goldsmith confesó ser un gran fan de los hermanos Haroldo y Augusto de Campos, poetas concretos y traductores brasileños. En mi lectura de “Freme”, utilizando el término creado por Haroldo de Campos, hice una transluciferación, donde la traducción es una transfusión de sangre entre el autor de “Freme” y yo.

En los seis meses de ensayo, trabajando la danza sin un método específico, cada movimiento tuvo que ser repetido diversas e incansables veces para que la coreografía se incorporase. Y con la intuición de establecer una forma y una organización propia, incluso aleatoriamente intercambiables, creé una secuencia de movimientos que pueden ser restablecidos y reorganizados entre sí durante la performance. Cada tramo se hizó y testó diversas veces hasta el fracaso, consistiendo en un trabajo de insistencia y permanencia. La dificultad mayor fue la de me mantenerse en algo que no se sabe exactamente lo que es, pues el texto de “Freme” sugiere movimientos de un cuerpo hipermecánico que no sabe exactamente lo que hace.

Siempre interesado en la intersección entre música, teatro, artes visuales y danza, quise hacer un trabajo que no estuviese en las paredes de una sala de exposición, pero sí que utilizase todo el espacio no solo concentrado en el cuerpo del artista sino en una constelación de personas. La imagen del museo como un cubo blanco me vino inmediatamente como una referencia predominante en los contextos arquitectónicos y expográficos, y usar el traje proyectado por el artista Felipe Caprestano creó una relación fordista: yo como operador del arte.

Durante el proceso, leí el catálogo “Coreografiar exposiciones” de Mathieu Copeland (2017), en que el curador dice que coreografiar una exposición significa escribir un movimiento en el espacio y en el tiempo. A través del punto de vista de la coreografía, la exposición se presenta por los términos que la componen como la partitura, que permite su realización; los cuerpos, que hacen ser; el espacio que habita; el tiempo necesario para experimentarla y la memoria que permanece una vez que su curso terminó. En el caso de “Algo entre lenguaje y músculo”, fue por medio de decisiones únicamente sensoriales como elegí movimientos y unos pocos objetos transitorios y de gran simbología, como el atril musical, el banco, los textos en hojas de papel y el traje. “Algo entre lenguaje y músculo”, tal como sugiere el término alemán Unheimlich, es lo extraño-familiar, que remonta el ritual de algo que ya hace mucho es conocido, tal vez ancestral y que freme inquietantemente.


Libro “Freme” (plataforma par(ent)esis, 2016), de Kenneth Goldsmith