Work in Process. En búsqueda de “lo colaborativo” a través de las prácticas artísticas | HERMAN BASHIRON MENDOLICCHIO

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Work in Process. Presentación del Glosario Imposible. Foto: Guillermo Gumiel

 

Entre el 31 de Enero y el 2 de Febrero de 2018, el Medialab Prado de Madrid acogió el primer Festival Internacional de Artes Colaborativas. Más allá de lo grandilocuente que pueda parecer la definición de “Festival”, el Work in Process –este es el nombre del evento- ha dado lugar a una serie de actividades transversales que nos permiten conocer, reflexionar y profundizar acerca de la noción de lo “colaborativo” en contextos sociales y creativos.

Organizado por hablarenarte –un excelente equipo de profesionales en cuya manera de hacer podríamos ya encontrar el sentido esencial de lo colaborativo- el Work in Process forma parte de las diversas acciones llevadas a cabo por la red internacional CAPP (Collaborative Arts Partnership Programme).

CAPP, un proyecto de cuatro años apoyado por Europa Creativa, reúne a nueve miembros europeos -  Create Ireland (Dublín, Irlanda), Agora (Berlín, Alemania), Heart of Glass (St.Helens, GB), Kunsthalle Osnabrück (Osnabrück, Alemania), Live Art Development Agency (Londres, GB), Tate Liverpool (Liverpool, GB), Ludwig Múzeum (Budapest, Hungría) m-cult (Helsinki, Finlandia) y hablarenarte (Madrid, España) - con el propósito principal de mejorar y abrir oportunidades para los artistas que trabajan colaborativamente en toda Europa.

Al mismo tiempo, se forma una red a nivel nacional de España, apoyada por AC/E, con otros cuatro miembros:  ACVic (Vic), Centro Huarte (Huarte), Medialab Prado (Madrid) y Tabakalera (Donostia/San Sebastián).

Las numerosas actividades realizadas en el marco de la red internacional CAPP surgen de la necesidad de analizar los procesos compartidos de creación y de ver cómo están cambiando las metodologías, los objetivos, los resultados, las maneras de trabajar y, por consiguiente, el vocabulario que usamos para entender y definir dichos procesos.

 

Entre excursiones, talleres, un proyecto expositivo y un glosario imposible.

Los diferentes espacios del Medialab-Prado y la propia ciudad de Madrid fueron los escenarios del Work in Process. Entre las primeras propuestas del programa, la mañana del día 1 de Febrero se organizó una excursión para descubrir y conocer algunos proyectos culturales colaborativos en la ciudad. El caminar en grupo se transforma de inmediato en una práctica de observación compartida y en una manera orgánica de explorar el territorio con todos los sentidos. Experiencias como el Campo de la Cebada, Esta es una Plaza, o el Mercado de San Fernando, nos hablan de espacios públicos gestionados por comunidades de vecinos de manera colaborativa. En la mayoría de los casos se trata de espacios cedidos por el ayuntamiento para que las asociaciones de vecinos puedan ofrecer actividades culturales y sociales en los barrios en los que están ubicados. La naturaleza de algunos proyectos –por ejemplo, en el caso de Campo de la Cebada- tiene un carácter transitorio: ocupan un espacio útil mientras se genera y desarrolla una propuesta de transformación del espacio con el objetivo de instalar equipamientos necesarios para la comunidad. La cesión transitoria de espacios públicos –lugares que a veces tardan años en designarse y consagrarse a su función definitiva- debería de hecho ser una buena práctica gestionada y fomentada por las administraciones locales. Otro espacio colaborativo que visitamos es el Teatro del Barrio, una experiencia socio-cultural nacida gracias a una cooperativa y una comunidad de socios que sustentan, a través de una contribución económica inicial, el proyecto general.

Work in Process. Compartiendo Procesos. Foto: Guillermo Gumiel

 

Entre los retos más interesantes del Work in Process hay que destacar el proyecto expositivo Compartiendo Procesos. Los 15 proyectos que se presentan hasta el 11 de Marzo en el LAB0 del Medialab-Prado, parecen bastante homogéneos en su formato estético y expositivo, aunque son muy heterogéneos en sus contenidos y significados. Esta particularidad nos indica ya la dificultad de llevar a un formato expositivo los proyectos colaborativos.

Los procesos que duran semanas e incluso meses; las redes de relaciones, contactos e intercambios que se generan con y entre territorios, personas, culturas; los talleres, encuentros, debates y múltiples actividades que se desarrollan en diferentes tiempos y espacios, acaban reduciéndose a materiales de documentación (fotografía, vídeo, publicaciones) que, en algunos casos, no consiguen transmitir del todo el valor, la esencia, la emoción, el entusiasmo y los múltiples caminos y significados que están detrás de estos procesos. Sin menospreciar en absoluto la necesidad y el valor de la documentación de los procesos colaborativos, es sin duda inevitable cuestionar la accesibilidad, la transmisión y la comprensión de dichos proyectos, así como su “puesta en escena”. Si bien Compartiendo procesos “huye de una estetización de los procesos colaborativos”, tal y como se explica en la presentación del proyecto, no se pueden obviar cuestiones que recorren y agitan los diferentes agentes que participan en la reflexión y la producción de las prácticas artísticas colaborativas. ¿Cómo visibilizar la complejidad de los procesos colaborativos? ¿Qué tipo de lenguajes, formatos y metodologías se pueden utilizar para articular y conectar los elementos socio-políticos de un proyecto con sus aspectos más artísticos y estéticos? ¿Cómo transmitir las experiencias colaborativas a aquellas personas que no han participado en el desarrollo del proyecto? ¿Cómo crear empatía? ¿Es necesario crear empatía?

La muestra de proyectos es evidentemente experimental y como explican los comisarios-artífices de la exposición (Georg Zolchov y Sören Meschede de hablarenarte), los visitantes están obligados a tomarse el tiempo necesario para entender los proyectos.  

Work in Process. Compartiendo Procesos. Foto: Guillermo Gumiel

 

El espacio se convierte en un archivo abierto donde - lo expresa el mismo título - se anima a compartir procesos y conocimientos. Los proyectos de la red española de CAPP comparten espacio con los proyectos de la red internacional, tejiendo así un diálogo sobre las diferentes prácticas colaborativas que se están desarrollando a nivel europeo. Entre los diferentes proyectos expuestos, nos encontramos con algunas  experiencias significativas, como por ejemplo Afluents, un proyecto desarrollado por Seila Fernández Arconada - en colaboración con el colectivo A+ y los vecinos de Vic - donde se reflexiona sobre la contaminación del río Meder, el pasado y el presente de la producción industrial local y su mayor o menor influencia en la construcción de una conciencia ambiental. El proyecto se ha desarrollado gracias a una residencia coordinada por el centro ACVic y hablarenarte.

Otra propuesta interesante es Repensar el contenedor,  un proyecto llevado a cabo por los colectivos Enter This (Berlín/Viena) y Orekari Estudio (Pamplona). En colaboración con el Centro Huarte y con hablarenarte, el proyecto de los dos colectivos se ha centrado en la investigación sobre la arquitectura del centro cultural de Huarte y sobre la percepción que los habitantes del pueblo tienen de la misma. Frente a la evidente falta de intercambios e interacciones entre el ‘contenedor’ y los ciudadanos, el proyecto ha desencadenado una serie de estudios y acciones para solventar este problema real e intentar conectar el Centro Huarte con su contexto local. A través de diferentes fases de trabajo - incluyendo talleres, investigación y producción de proyectos colaborativos - los colectivos de arquitectos subvierten la direccionalidad tradicional del visitante que acude al museo, llevando el espacio cultural al pueblo, acercándolo a la gente y a la ciudadanía a través de eventos, paseos, actividades y laboratorios móviles realizados en el espacio público de Huarte.      

Tanto en un caso como en otro - desde lo ambiental a lo arquitectónico, desde la contaminación de un río hasta la invisibilización de un centro cultural - se podría afirmar que los procesos colaborativos sirven también para conocer más a fondo una problemática, reflexionar sobre ella y buscar de manera colectiva posibles respuestas.

Work in Process ha sido esto y mucho más. Diferentes talleres impartidos por artistas y colectivos residentes en Madrid; una conversación pública sobre las  “Estrategias para la visibilización de procesos colaborativos”, con la participación de Ailbhe Murphy, Directora de Create Ireland y responsable principal de la red CAPP, Lois Keidan, Directora de Live Art Development Agency (LADA) y Gloria G. Durán, de Intermediae; la presentación - a través de dos rondas de debates con 22 anfitriones - del Glosario Imposible: un proyecto editorial de hablarenarte, centrado en la emergencia de voces, palabras, conceptos que pueden ofrecer nuevas perspectivas para profundizar sobre las prácticas colaborativas y los mecanismos participativos tan en boga en el contexto cultural y socio-político actual. Todo ello sumado a los numerosos encuentros formales e informales entre los participantes del evento.

Las preguntas surgidas durante los días del Work in Process son, sin duda, más que las respuestas, y esto confirma claramente la necesidad de proyectos internacionales como CAPP. Las prácticas colaborativas conforman cada vez más nuestros entornos, contextos, metodologías y espacios de acción, promoviendo de forma natural conexiones interculturales e interdisciplinarias. Lo “colaborativo” es efectivamente un work in process que no para, y nuevas reflexiones, proyectos y vocabularios ampliados seguirán el camino trazado durante estos últimos años gracias a las experiencias de la red CAPP.