“Cientos de jóvenes se reúnen cada mes en un garaje para escuchar y recitar poesía. Imaginad un sótano en penumbra, en el que 5 invitados especiales - cuidadosamente seleccionados - y un público curioso - repleto de espontáneos que valientes tomarán la palabra en el turno de micro abierto - construyen un relato en el que la emoción, la pasión y la aventura son los protagonistas. Así nació hace más de tres años Poesía o Barbarie, en sótano del madrileño barrio de Lavapiés”.
A finales del pasado mes de enero, el proyecto Poesía o Barbarie del colectivo Masquepalabras fue elegido como uno de los tres proyectos ganadores de 10x10 Pública Innovación en Cultura. Con estas palabras abrían su presentación en el certamen y nos introducían de lleno en un proyecto que – más allá de este premio y del reconocimiento institucional - se ha convertido en un referente de la escena cultural actual.
Poesía o Barbarie surgió en 2014 de la mano de un grupo de activistas culturales que apostaron decididamente por la poesía como arma de resistencia, justamente en una época en la que el género empezaba a vivir una especie de renacimiento: no sólo volvían a venderse libros, sino que la poesía contemporánea empezaba a hacerse “viral” a través de las Redes Sociales o los graffittis. Batania, uno de los poetas referentes de Poesía o Barbarie desde los inicios del proyecto, ya lo dejaba claro en su antología "La poesía ha vuelto y yo no tengo la culpa"...
Pero la verdadera apuesta Poesía o Barbarie fue convertir la poesía en un espectáculo underground que, con el tiempo, el esfuerzo de sus creadores y la calidad de sus contenidos, no ha dejado de crecer y evolucionar. Y, sobre todo, no ha dejado de contribuir a dar difusión y visibilidad al género y a sus creadores. Por los escenarios de Poesía o Barbarie han pasado artistas y poetas de la talla de Leo Bassi, Raquel Lanseros, Zahara, Guille Galván de Vetusta Morla, Rubén Pozo de Pereza, Ana Rossetti, Hovik Keuchkerian, Patty De Frutos, Diego Ojeda o Adriana Bañares, entre otros muchos. Hace un año que Poesía o Barbarie es también un programa de radio y ahora se preparan para llevar sus jams poéticas fuera de Madrid.
Hemos tenido el placer de acercarnos al proyecto de la mano de sus creadores, Javier Benedicto (Menteguerra) y el colectivo Masquepalabras, y de compartir con ellos parte de esta experiencia poética.
Lo primero que uno conoce cuando se acerca a vuestro proyecto es su nombre: Poesía o Barbarie. Entiendo que es una reformulación del nombre del grupo político “Socialismo o Barbarie” o, quizás, yendo más atrás, de la célebre frase de Rosa Luxemburgo. ¿Podéis explicarnos por qué lo elegisteis?
Con el nombre del proyecto, por un lado queríamos interpelar, hacer una pregunta clara y directa, y situar como protagonista al receptor. Aprehendemos y llevamos la consigna a nuestro terreno. ¿Cultura o barbarie? Un presente dominado por la crueldad, sólo puede ser restablecido gracias a la belleza.
Por otro lado queríamos sugerir que exactamente eso, lo poético: es lo que te vas a encontrar en el evento. Y además tiene impacto, permanece, lo escuchas una vez y se te queda, suena. Poesía o barbarie.
¿Qué entendéis por poesía y qué os llevó a situarla como centro de un proyecto cultural? ¿Diríais que conceptualmente Poesía o Barbarie partió de un interés por redefinir la poesía, por difundirla entre nuevos públicos, más bien de una demanda de espacios de encuentro para un “público” que ya existía…?
Más bien lo segundo. Poesía o barbarie nace con la intención de generar un diálogo, de armar un mapa de las diferentes proyectos y líneas poéticas de la escena literaria contemporánea, de visibilizar la diversidad de propuestas estilísticas de la poesía y de hacerlo de manera escénica, para un público amplio que no tiene porqué ser entendido en la materia: llegar a nuevos públicos.
De ahí el formato con el que trabajamos para que resulte algo fresco, ligero pero contundente y sinérgico; y que se haya reivindicado como herramienta para el fomento de la lectura y de la escritura por llevar un género tradicionalmente minoritario como es la poesía a públicos cada vez más amplios, desde la atención y el cuidado.
Eso sí, en Poesía o barbarie encontramos poesía no solo en el poema impreso. Entendemos lo poético como una extraña cualidad que, revoloteando por aquí y por allá como una mariposa, se va posando en diferentes tipos de artefactos culturales como las canciones, las obras de teatro, el rap, la fotografía, la danza, el arte contemporáneo…
Vuestros eventos se han etiquetado a menudo como una jam poética. Los habéis definido precisamente como una “plataforma radical para la promoción de la autoría contemporánea y la literatura universal”. ¿Diríais que parte de la “radicalidad” está en que sea un formato participativo – en el micro abierto? ¿Creéis que ha sido clave para conectar con ese público más joven que va vuestros eventos?
Sin duda, el hecho de integrar en el espectáculo un tiempo para la participación abierta es clave para el desarrollo conceptual del evento y también donde reside parte de su potencia social. Pero no podíamos prescindir de ningún modo de la mirada y de la acción profesional que supone un comisariado consciente y con intención que propone, desde una cuidada selección, un punto de partida.
Por eso estructuramos el evento con una primera parte en la que los invitados especiales se suceden realizando su intervención escénica y una segunda parte donde las más valientes del curioso público que acude a cada sesión, participa.
Todo ello integrado en una estructura artística que eleva el encuentro poético a la categoría de espectáculo único.
Sabemos que Poesía o Barbarie nació “en un sótano madrileño del barrio de Lavapiés”, pero después de vuestro primer aniversario se estableció en el Teatro del Barrio de Madrid. A priori, parecería que es un entorno más formal ¿cambia en algo el ambiente que se vive en los espectáculos?
Es un entorno más formal, sin duda, y ha llevado el evento a otro punto, pero no se ha perdido la atmósfera poética, ni la energía que se generaba en ese sótano. Aunque pueda sorprender, el ambiente era y es de un silencio absoluto - de escucha - que sólo se rompe en el momento de los apluasos finales.
Dejando atrás el sentimiento romántico de los inicios, el salto a la superficie ha sido beneficioso en todos los sentidos. Ha cambiado el sugerente relato de las reuniones clandestinas en un sótano, que sin duda era emocionante, pero hemos conseguido mantener la esencia y adaptar el discurso para seguir generando interés, sorpresa y suspense.
Vuestro siguiente paso para seguir creciendo fue el salto a la radio, con un programa semanal en la Emisora Escuela Radio M21 de Madrid que está ya a punto de cumplir un año y que seguís compaginando con las jams. ¿Cómo surgió el proyecto radiofónico de Poesía o Barbarie? La radio hoy en día también ha cambiado mucho e incluso parece que ha resurgido ¿funciona? En vuestro caso, que trabajáis sobre todo el espectáculo poético ¿qué se gana y qué se pierde en la radio? ¿Cómo se retroalimentan los dos proyectos?
El director de M21 Radio, que nos propuso sumarnos a la parrilla, en realidad descubrió Poesía o barbarie durante el primer año, justamente en el primer aniversario que celebramos en el teatro Cuarta Pared en julio del 2015 y gracias al que conseguimos nuestros primeros impactos mediáticos y tres días consecutivos de aforo completo con la palabra como protagonista.
Pero como los asuntos institucionales van tan despacio, no fue hasta febrero del 2016 que dimos ese salto para engancharnos a las ondas hertzianas al inicio de las primeras emisiones radiofónicas municipales, que conforman una parrilla cultural, social y de servicio público para y de la ciudad de Madrid.
Todos los jueves de 19:00 a 20:00 en la radio municipal de Madrid se habla de poesía desde el 88.6 de la fm madrileña para la ciudad. De ahí surge un podcast que consigue un satisfactorio recorrido y que, efectivamente, aporta y forma parte de la fiebre del podcast que a nivel mundial está conquistando cada día a más escuchantes.
En la radio cambiamos el formato y lo llevamos al estilo entrevistas y puntualmente generamos híbridos escénicos que resultan curiosos y que se acercan al formato original.
Lógicamente, el éxito de vuestro proyecto tiene mucho que ver con la calidad de los invitados. Reconocidísimos músicos, cantautores, poetas, periodistas, escritores, raperos y otros artistas han pasado por vuestros escenarios y por vuestro plató de radio. ¿Cómo seleccionáis a vuestros invitados en uno y otro caso? ¿El proyecto también es participativo en este sentido?
La dirección artística del proyecto realiza la selección de invitados para ambos formatos acompañado de un equipo asesor formado por profesionales, parte del Colectivo Masquepalabras, en diversas materias relacionadas con la cultura: periodistas, educadoras, poetas, músicos, expertas en género, etc.
El éxito del proyecto reside en su formato y en el esfuerzo y la confianza depositada en él. Han formado parte de Poesía o barbarie más de 300 poetas y artistas de todo pelaje, tanto underground, mainstream o académico, y cada uno de ellos es una de esas piedras que lo sostiene y le ha otorgado la credibilidad necesaria para su desarrollo y éxito.
Vuestro proyecto surgió en 2014, en un momento bastante complicado para la escena cultural de este país. Pero lleváis casi cuatro años ejerciendo como “agitadores culturales”, os habéis convertido en un referente a este nivel y acabáis de recibir el premio 10x10 Pública Innovación en Cultura. ¿Cómo se sobrevive y se crece en este contexto?
Empezamos con ideas claras, con confianza, con mucho esfuerzo y desde la autogestión. Sin esperar ni un momento a conseguir apoyos externos para activar el proyecto. Para nosotros esto es clave, el hecho de comenzar a andar y hacer camino, planificando y sabiendo que en él encontraremos continuos retos y metas que alcanzar.
Estos años han sido, son y van a seguir siendo duros… pero así somos y en la cultura creemos: no nos queda otra que, con mirada al cielo y pies en el suelo, seguir caminando, peleando y disfrutando del camino.
Pero desde luego, es un orgullo recibir un galardón que nace directamente del ámbito profesional y de instituciones de reconocido prestigio cultural.
¿Qué es para vosotros la “innovación en cultura”?
La innovación en cultura es riesgo, perseverancia e intención.
Me gustaría saber qué planes tenéis ahora para Poesía o Barbarie? ¿Vais a abrir alguna puerta nueva a raíz del premio 10x10 Pública Innovación en Cultura?
Desde que nos dieron el premio ha sido un constante viene y va de correos, llamadas y reuniones. El reconocimiento del sector nos está abriendo muchas puertas de instituciones públicas y privadas con las que ya veremos si se pueden materializar interesantes colaboraciones.
Nosotros de momento seguimos la línea de trabajo prevista dentro del plan marcado, y comenzamos a preparar la salida de Madrid para llevar a otras ciudades la fuerza de la palabra y la extraordinaria sinergia lírica que suponen nuestras sesiones.
¿Y para Masquepalabras? ¿Os planteáis impulsar alguno de los otros proyectos que ya tenéis en marcha o empezar algún otro proyecto nuevo?
Tenemos varios en incubación y otros en funcionamiento ahora mismo.
Uno de ellos que está funcionando muy bien es el Proyecto Barrios, que trabaja el empoderamiento juvenil desde la práctica artística, en territorios de exclusión social tradicionalmente desatendidos por las instituciones.
Actualmente está activo en los barrios de Las Torres (Villaverde) y Orcasitas (Usera) de Madrid. El proyecto propone y dinamiza, desde la educación no formal, una construcción colectiva e individual a través de herramientas como la escritura creativa, la música y la fotografía.
Ya para terminar: si tuvieseis que elegir uno de los momentos más intensos de Poesía o Barbarie a lo largo de estos tres años y definirlo en 10 palabras ¿con cual os quedaríais?
Nos vamos a quedar con una emocionante crónica que se publicó tras nuestra edición número 11 en el año 2015 y que escribió el periodista Daniel Serrano bajo el título La poesía está de moda, imbéciles.
Nos quedaríamos con las 10 palabras, más una, que usó él mismo para definir la experiencia poética que le supuso Poesía o barbarie por aquel entonces y que además sugiere notas para responder a la pregunta sobre los duros años que vive la cultura en este país:
“una revolución que seguramente no salga en Babelia pero está sucediendo".
Más información en la web de Masquepalabras
Todos los podcasts del programa pueden escucharse aquí.