Dicen que desde que en junio del 2013 fue elegido como presidente de la República Islámica de Irán el moderado Rohani, el país ya no es lo que era, especialmente desde que interviniera en la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre del 2014 acusando a occidente de convertir con sus errores estratégicos a Oriente Medio en un refugio para terroristas y extremistas. Sin embargo, las autoridades han endurecido su control sobre la libertad de expresión, expulsando y encarcelando a periodistas, cineastas y artistas.
Sin embargo, nada de lo que ocurre en Irán le puede sorprender a Parastou Forouhar پرستو فروهر artista iraní en la diáspora desde 1992 y quien cada año regresa unos días a Teherán, siempre en las mismas fechas.
Artista conceptual y polifacética, su campo temático abarca todas las formas y disciplinas imaginables: fotografía, dibujo, arte textil, trabajos digitales, dibujos animados, video y autora de varias instalaciones y performances en las que se muestra radicalmente crítica con la situación iraní que provocó el fundamentalismo islámico con la revolución de Jomeini, y que prevalece después de tantos años en el país donde nació. Sensibilizada con los oscuros mecanismos de la política de su país, trabaja desde el inicio de su carrera artística en temas relacionados con la violencia social y los derechos humanos en Irán, cuestionando el ostracismo y la tiranía que genera el actual gobierno islámico tanto en la cultura como en la vida cotidiana de su país.
Muy comprometida con la sociedad iraní y con los acontecimientos políticos de Irán, el trabajo de Forouhar refleja la angustia y el desconcierto que sufre su pueblo por la violación de los derechos humanos, las prohibiciones, persecuciones y continuos encarcelamientos y ajusticiamientos tan injustificados como inhumanos que padecen. Especialmente influida por la trágica muerte de sus padres, apuñalados en su residencia de Teherán en 1998: Parvaneh y Daryoush Forouhar, dos intelectuales de la oposición muy conocidos en todo Teherán, seguidores del nacionalismo laico predicado por Mossadeq, quienes habían luchado por la democracia y la separación entre religión y estado y quienes, junto con el director del editorial Iran-é-Farda ايران-فردا , el escritor Mohamed Mokhtary, el periodista Mohamad Jafar y Majad Sharif activista político, eran miembros de Escritores de la Unión نويسندگان اين اتحاديه figuras emblemáticas de la oposición liberal que lucharon por la libertad de expresión, dentro y fuera de Irán. Sus muertes causaron profundo pesar en todo el país.
Todos fueron víctimas de qatlha-ye zanyireí una cadena de asesinatos en serie organizada por el Ministerio de Inteligencia Iraní, acusados de ser detractores del régimen. Estas desapariciones y asesinatos de intelectuales y periodistas tuvieron lugar durante el primer año y medio del mandato del presidente Muhammad Jatami (1997-2004) razón por la que, a pesar de ser la “esperanza progresista” de Irán, marcaron negativamente su trayectoria política. Aunque podría calificarse como lamentablemente frecuente en el país, estos asesinatos provocaron la reacción y la repulsa inmediata de la sociedad y la movilización de una gran parte de la prensa reformista. La impunidad y la injusticia, las dos caras de una misma moneda son imperdonables para ella, así como la crueldad con la que los criminales pusieron fin a la vida de sus padres.
Desde 1998, cada 22 de noviembre, Forouhar deja a sus hijos en Frankfurt donde reside y viaja con su hermano a Teherán en el aniversario de la muerte de sus padres y revive año tras año, los tiempos en los que ella y sus padres lucharon contra la dictadura y la represión, a favor del estado de derecho, de la democracia y la libertad de expresión. Parastou suele sonreír cuando describe las reuniones a las que año tras año debe someterse con la policía iraní para saber lo que puede y no puede hacer y lo que el gobierno iraní debe y no debe tolerarle durante sus anuales visitas para las conmemoraciones por la muerte de sus padres. El recuerdo de sus padres y la idea que ella tiene de Irán como país, se entrecruzan en la mente de Parastou. Ella ha movido cielo y tierra para intentar resolver todas las incógnitas que la atormentan respecto a la identidad de los asesinos de sus padres para lo que contrató los servicios de Shirin Ebadí شیرین عبادی a la que todos llaman la voz de la dignidad iraní, para que defendiera su caso. Ebadí conocía desde hacía años a su familia, a la que le unía una sincera amistad, por lo que tomó esta investigación como algo personal, consiguiendo demostrar que el escuadrón de la muerte del gobierno iraní fue el autor de los múltiples asesinatos. Escritores, periodistas, poetas e intelectuales han ido desapareciendo año tras año a un ritmo desesperante, unos, víctimas de extrañas crisis, otros de singulares ataques cardíacos; personas sanas que sufrieron incomprensibles muertes repentinas. Basta con que escriban artículos criticando los altos dignatarios, libros que hablen sobre la falta de libertad o la censura, poemas que aludan a la ausencia de derechos humanos en Irán para que un accidente termine misteriosamente con su vida. Irán en un país que languidece bajo un gobierno ultraconservador, que sufre una situación de miedo y represión, que vive bajo una dictadura implacable que viola todos los derechos humanos.
Pero es también un país que despierta cuando se subleva contra la injusticia. Los iraníes son un pueblo refinado e inteligente, culto y paciente y poco aficionado a los conflictos y las armas a pesar de que han sido invadidos desde hace siglos por pueblos tan incultos como sanguinarios. Por este motivo, la nostalgia de Parastou Forouhar por su país se alimenta de un Irán no islámico. Su Irán no es el del martirio de Hussein sino el de la noche de Yalda, la noche más larga del año, la que se celebra comiendo granadas y recitando poemas de Hafiz, la noche en que las jóvenes solteras piden un novio para casarse. Cuando Parastou piensa en peregrinación, no piensa en la Meca, Qom o Mashhad. Su peregrinación mental no es religiosa sino laica y sus pensamientos se asocian a Ahmadabad, el lugar donde descansan los restos de Mossadeq, el héroe de los iraníes que intentó llevar el país a una democracia.
Cuando viaja a su país, suelen retenerla en el aeropuerto de Teherán y requisarle su pasaporte, porque las autoridades consideran que el contenido de su arte no favorece la imagen del país y que su forma de proceder en la investigación de estos asesinatos no es bien vista por el régimen. Es persona non grata. Pero por otro lado, no han dudado en utilizar su reconocido prestigio cuando el Comité Seleccionador de los artistas participantes en la Bienal de Venecia 2015 y el curator Mazdak Faiznia han incluido su nombre en la lista de artistas que representan a la República Islámica de Irán en el Pabellón Iraní a pesar de que la artista se negara rotundamente. Forouhar, ha replicado con un mail internacional diciendo que siempre se negó a formar parte de la lista de artistas que representan a Irán en Venecia.
A pesar de todo Parastou Forouhar tiene fe en la gente y conserva esperanzas de cambios en su país. Cree que la vida no es solamente algo que se valora por contrastes. Ella, que ha tenido que encontrar un espacio entre la ambivalencia de signos, ha debido y sabido adaptarse a un nuevo lugar, una nueva vida, un nuevo idioma y muestra a través de su arte una combinación de horror y belleza, pasado y presente, lo desconocido y lo que nos resulta familiar. Ella sabe lo arriesgado que resulta hablar en voz alta en un país donde el silencio es ley, especialmente si se es mujer y lo muestra en la obra titulada Shoes off.
Shoes Off, كفش كردن es una serie de dibujos en blanco y negro del año 2000, basados en la pura realidad de los lamentables sucesos que tuvieron lugar en Irán, y muestran la labor de búsqueda por parte de la artista, de indicios para descubrir a los asesinos de sus padres: visitas y tiempos de esperas en comisarías, interrogatorios con policías, revisión de papeles en los archivos gubernamentales, repaso de sentencias…
Parastou Forouhar. Shoes off
Otra de sus obras mas personales es la titulada Documentation, توسل بمدارك واسناد del año 2003, en la que recoge de forma objetiva y minuciosa una serie de documentos: cartas, artículos de prensa y explícitas fotografías, que muestran como su país vive una situación represiva y coactiva bajo un poder gubernamental sin escrúpulos, que intenta convertir la identidad y la historia personal de cada uno de los iraníes en algo irrelevante. También del 2003 son una colección de dibujos creados digitalmente, tan ilustrativos como impresionantes que titula Thousand and one day con los que Forouhar participó en la Museum für Gegenwart de Berlin.
Parastou Forouhar. Imágenes de la serie Thousand and one day
Aludiendo al asesinato de sus padres, Forouhar utiliza el espacio artístico para explicar al mundo lo que sucede en su país. Sumamente politizada, su obra muestra ese aspecto tan sensible como dramático que rodea su personal situación. Desde el exilio, desde esta tierra alemana que la ha acogido, intenta a través de personales signos y lenguaje persa, llegar al corazón de su trabajo artístico mostrando esta disconformidad y desazón que produce la impotencia de sufrir en silencio la muerte de sus seres más queridos viviendo lejos del país de origen. Sin embargo, la artista es mundialmente conocida por la potente caligrafía en lengua persa en algunas de sus instalaciones y, lo mismo que sucede con la obra de Shirin Neshat, sin que la caligrafía sea el principal sujeto de la obra, tampoco estaría completa sin ella.
Funeral Service مراسم تشييع جنازه es una de esas obras que mejor ejemplifica la incursión caligráfica en el trabajo de Forouhar. Realizada en el 2003, la instalación estaba formada por 22 sillas de oficina cubiertas por una funda de tela negra con decoración caligráfica en lengua persa. Para los ojos occidentales son solamente simples fundas con signos islámicos, pero en realidad estos textos son muy significativos, porque son los que suelen utilizarse en ceremonias fúnebres iraníes. Escritos que hablan de la tradicional ceremonia chiita y poemas en honor del mártir Imam Hossain.
En algunas sillas, además del texto caligráfico, incluye elementos arquitectónicos de la mezquita, como una cúpula situada en los espacios vacíos para incrementar el simbolismo del poder y la omnipotencia de Alá, y cuyo simbolismo puede asociarse con el grito contra la injusticia. En otras, la mano de Fátima es utilizada como imagen liberadora de la mujer en lugar de hacerlo como icono de esposa y madre que tradicionalmente se le otorga a esta figura femenina. Con estas fundas de colores cubriendo mobiliario convencional de oficina, la artista combina lo familiar con lo exótico, la modernidad con la tradición, y lo hace con estos símbolos procedentes de la cultura islámica, quizás aludiendo al horror vacui tan característico del arte islámico.
Igual que otros/as artistas iraníes en el exilio, Parastou Forouhar utiliza con frecuencia textos en caligrafía persa porque es el vínculo de unión con su país y porque su efecto visual la orienta en el camino creativo, aunque sin caer en la trampa del fácil exotismo oriental. La caligrafía está tan integrada en su arte como lo están los acontecimientos sociales y políticos de su país, los asesinatos de sus padres o su eterna condición de exiliada. Asegura que no trata de dar una imagen falsa de su país, sino de mostrarlo tal cual es.
Yo muestro lo que observo, pero sé que al mismo tiempo soy observada -dice- En mi trabajo tomo elementos visuales de clichés familiares iraníes y los transfiero a un nuevo contexto occidental, tratando de impedir fáciles e incuestionables percepciones. Desplazando estos signos étnicos, tan familiares para mí, trato de visualizar la inestabilidad de su significado creando estructuras que resultan ligeramente “irritantes”.
Pero probablemente, la obra más esencialmente caligráfica de Parastou Forouhar sea Written Room, اطاق نوشته, una obra que respira esa naturaleza y calidad sígnica específicamente iraní que distingue su arte. Written Room es una instalación de escritura caligráfica que la artista realiza siempre in situ, en la que la caligrafía tiene la peculiaridad de constituir la totalidad de la obra, y que instaló por primera vez el año 2000 en la Galerie Morgen de Franckfurt y en la Haus der Kulturen der Welt, en Berlín. Posteriormente este trabajo 100% caligráfico lo ha realizado y presentado bajo otros títulos y formatos en varios certámenes, bienales y exposiciones.
En el Frauen Museum de Bonn en el 2001 con el nombre de Writting in the space, نوشتن فضا y un año más tarde en el Stiftung Franckische-Halle. En el 2004 Sprache des Ornaments زبان از تزيينات (El lenguaje de los signos) es presentado en el Stadtmuseum im Spital, en Crailsheim, Alemania y un año después se muestra en el Museo Judío de Australia, junto con la obra de Irene Barberis y de Jane Logemann en la exposición titulada Intersections: Reading the space تقاطع: خواندن اين مكان. La exposición reunía obra de tres mujeres artistas que pertenecen a tres países y religiones distintas: Irene Barberis es australiana y cristiana, Jane Logemann es americana y judía y Parastou Forouhar es iraní y musulmana. En el 2006 presentó su caligrafía en Villa Massimo, la sede de la Academia alemana en Roma, donde el país germánico instala a los artistas becados en artes visuales, arquitectura, literatura y música en una estancia de tres meses prorrogable hasta doce.
En el 2007 el nuevo espacio independiente BM. SUMA Contemporary Art Center de Estambul, un certamen presentado como proyecto paralelo a la 10ª Bienal de Arte de Estambul, acogió la obra Mural دیواری, un trabajo con escritura persa en paredes, suelos y techos. En el 2008 la instalación Spatial Inscriptions/Illegible Traces in Writting فاصلهاى كتيبه/ناخوانا نشانههايي در decoró por primera vez un espacio económico-financiero, el Atrio de la Eugen-Gutman-House del Dresdner Bank, ubicado en la céntrica Pariser Platz de Berlín. Espacio de grandes proporciones y sumamente diáfano en el que la artista instaló en el suelo y a gran escala su personal caligrafía, de forma que los espectadores podían circular pisando literalmente su trabajo o verse desde otras plantas y desde distintos ángulos y alturas. El título de esta instalación llevaba además el apéndice: caligraphy and coreography, aludiendo a la danza que ofrecería el bailarín Ziya Azazi a las 8 de la tarde del 2 de junio de 2008 en el mismo espacio de la instalación de Parastou Forouhar.
Parastou Forouhar. Dresdner Bank, Instalación
De la instalación de esta obra, se realizó un vídeo de la artista durante la ejecución de su obra y una segunda filmación mostrando a Ziya Azazi con unas telas circulares de colores, que lanzaba al aire y recogía de nuevo, realizando un especial y personal baile performance en el que adaptaba el espíritu sufí y la tradicional danza Derwish, en una danza contemporánea.
En el 2009 Forouhar reinstala su caligrafía bajo el nombre de Reading the space خواندن اين فضا en la Galerie Karin Sachs de Munich y en Incheon, Corea, en la Segunda Bienal de la Mujer con el título de So Close Yet So Far Away. En verano de ese mismo año, participa en la exposición del Chelsea Art Museum de Nueva York, Iran Inside Out y en la Thaddaeus Ropac Gallery de París, formando parte de la exposición Raad O Bargh رعد و برق (Truenos y Relámpagos) en la que participaban diecisiete artistas iraníes.
Estas instalaciones de Parastou Forouhar, imaginarios circulantes de particular belleza plástica, poseen un sentido ritual y sacramental marcadamente iraní, en donde las letras del alfabeto persa se convierten en una obra de arte total, cubriendo paredes, suelo y, a veces, incluso el techo de museos, instituciones, galerías u otros espacios expositivos, de forma que el recinto se convierte en una auténtica sala de redacción y lectura, por donde los espectadores pueden transitar pisando la bella caligrafía persa y sintiéndose rodeados por el calor de unas palabras que, aunque desconozcan su significado, pueden intuir, imaginar o simplemente, inventar. En su caso, la eficacia del signo mudo es como una forma de espiritualización de la materia artística, absoluta, contundente, irreal y eterna. Es la forma que tiene Parastou Forouhar de expresar su sensibilidad. Su compromiso de trazar con el pincel las formas redondeadas y misteriosas del arte del signo y el trazo, es un mensaje para la humanidad constituido por el vínculo que une lo artístico con lo intelectual, como siglos atrás hacía el gran poeta Ferdowsi.
La dirección de las líneas, el espesor de los trazos, la longitud de las ataduras, los diferentes signos de puntuación arriba y debajo de las letras…todo sugiere aquel refinamiento particular del arte de la corte iraní de siglos pasados que apreciamos en los manuscritos, medio lúdico, medio místico, siempre amalgamado por la poesía, que demuestra que la identidad no es más que una noción de retrospectiva.
Salas de museos y galerías, edificios públicos o privados se convierten para Parastou Forouahr en anónimos espacios donde poder plasmar esas palabras perdidas de su función, cajas blancas que acaban siendo como meras páginas en blanco donde ella puede expresarse en plena libertad, con ese lenguaje que habla sin decir y en donde las palabras no acaban de encontrar, por expreso deseo de la artista, su exacto significado.
En alguna de estas performances, esta habitación o cubo blanco invadido de escritura persa, con indescifrables caracteres persas en todos y cada uno de sus rincones, varias pelotas de ping-pong circulan por el suelo a sus anchas, rodando de esquina a esquina, a veces movidas por los pies de los propios visitantes. Pelotas de ping-pong como símbolos foráneos que sin interferir en ninguno de los fragmentos de palabras y sílabas, tampoco están sujetas a ningún orden lineal, motivo por el cual, el sentido de desorientación y de caos reina de forma casi autónoma. La escritura persa, ilegible e incomprensible para los occidentales, se convierte en puro ornamento gráfico, pero el sentido político y religioso aflora como un sutil background en toda la obra. No hace falta traducir, ni buscar significados, el contenido se mantiene “bloqueado” por el resultado plástico, probablemente mucho más poderoso que las palabras.
Reading the space خواندن اين فضا