El "no verdadero" en la Fix action word (miscelánea) | SAMUEL SALABARRÍA CALZADA

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La obra “Fix Action Word” es producto de un grupo de reflexiones que me he propuesto  sobre el artista y cada una de sus facetas creativas, basándome en el contexto de la elaboración de nuevos lenguajes desde el ámbito de lo estético y utilizando los espacios de ruido como argumentos semánticos, para la reelaboración práctica de la simbología de la comunicación entre el artista, su obra y sus espectadores.

 


Montaje para la exposición Training school New Materialism, celebrada en el museo Arts Santa Mònica.

Esta obra converge directamente con las distintas propuestas del New Materialism, y su estructura de construcción y definición del lenguaje, favoreciendo la intencionalidad visual en el arte, donde la articulación de la comunicación y el lenguaje es una pieza clave y fácil  de concretar abarcando lenguajes definitivamente corporativos. La misión de subvertir  al artista y los pormenores de la obra en el esplendor de su discurso debido a que vivimos en tiempos donde no existen espacios para la reflexión sosegada, a causa del consumo de súper-producciones de información, que enajenan al receptor por exceso y saturación, solapándose el espacio sobre los actos y la asimilación de lo ordinario acontecido. El lenguaje es entorpecido cada vez más por un ruido de contexto y la inmediatez como premisa de actualidad, cuestión que nos obliga a reestructurar nuestra forma de lectura de la vida diaria, y crear nuevos mecanismos para la supervivencia, devolviéndonos al momento más esplendido de nuestra historia como especie interpretativa, de la cual siempre somos herederos desde el renacimiento a nuestros tiempos.  Al desarrollar espacios cognitivos en la complejidad  o la síntesis absoluta, se reelaboran nuevos códigos más abstractos, pero más ágiles acorde a los tiempos. Una forma de validar esta tesis es cuando se demuestra, que cualquiera de estas obras no forman parte de performances meramente políticas sino que están condicionadas a no limitar el lenguaje, sino a establecer un nueva formulación de relaciones sensoriales con elementos contemporáneos, como correa de transmisión hacia la interpretación del espectador.

Actualmente, el discurso evoluciona en complejas acciones semióticas-políticas que ordenan los procesos de los eventos y la realidad desde el punto de vista de los comunicadores convirtiendo ésta en compartimentos estancos autodefinida como comunicación por sector. Muchas de ellas ya caminan a su desaparición, mientras que otras se multiplican ampliando su eco disonante, gracias a las tecnologías y otros nuevos soportes así, como medios de comunicación (los nuevos pseudo-profesionales de la comunicación pueden ser hoy, la gente común, Youtubers,  los influencer, etc.), los cuales gozan de una cierta inmunidad gracias al factor de la presencialidad o la inmediatez, creando una visión pseudo-objetiva de (propósito / impacto) de los contenidos, cuestión de la que el receptor, a menudo no tiene posibilidad de asimilar parcial o totalmente por la superposición o velocidad de la información instantánea, rechazándola por incomprensión en muchas ocasiones o asumiéndola en su gran mayoría en aras del establecimiento de vínculos con su entorno.

Por otra parte, la comunicación es un proceso que genera interacción entre individuos, las diferentes sociedades y lenguajes, también genera planteamientos teóricos sobre elementos inanimados y abstractos, y por tanto para que se logre el proceso de comunicación es importante conocer cada uno de los elementos que la conforman; estos forman modelos que sirven para ver los grados de interrelación de fuentes (emisor), mensaje (canal), receptor (espectador).

 


Obra "Fix action word" para la Training school New Materialism, celebrada en el museo Arts Santa Mònica.

 

Como se ha dicho a lo largo de la aparición de los estudios de esta disciplina (La comunicación), cada uno de los individuos que conforman una sociedad tienen o desempeñan roles específicos y en el caso de los artistas, su ilimitada pasión por el cuestionamiento de la realidad a través de la reflexión sosegada, por mera simbiosis con el acto de crear, provoca el desarrollo de conductas que lo establecen como un elemento fundamental de un sistema que constituye el discurso de la cultura.

Es importante sobre todo como comunicadores, que se referencie el elemento artístico o el planteamiento  estético/crítico. Este planteamiento requiere la atracción de las expectativas del espectador como elemento cultural de primer orden, puesto que este es uno de los principales conceptos distorsionados de la comunicación, que aleja el discurso formal como tal, transformando en nuevos lenguajes de la cultura en retoricas sobre lo abstracto o placenteras visiones acomodaticias basadas en la oportunidad. Los roles mantenidos son importantes, ya que definen la manera en que el emisor absorbe la realidad circundante, dando lugar a la interrelación recíproca entre el comunicador y el receptor, sobre todo en la definición de su mensaje a través del uso del lenguaje como plataforma de su canal de comunicación.  La utilización de imágenes, elementos de seguridad,  la asunción de posturas, énfasis, tono y ritmo, definen nuevos tipos de sintaxis del lenguaje utilizado para seducir al receptor, grupal o individual.  La oportunidad de abrir viejas puertas en la intervención artística sobre formas de lenguaje e interacción creando caminos de integración que incluyen matices, forjando la terminología que adoptan las nuevas conceptualizaciones.

Este trabajo específico se ha centrado en las condiciones creadas en los artistas para la traducción de los comunicadores en la elaboración de sus narraciones, examinando las nuevas terminologías en la connivencia de la banalización de la verdad, el ruido emergente en el contenido y la distorsión de la realidad, un extremo ejemplo sería “la post verdad”  como nuevo concepto cínico de elaboración discursiva. El Nuevo Materialismo se ocupa de las obras políticas que promueven un proceso de creación de nuevas realidades y conceptualizaciones para las personas, vinculadas con la relacionalidad  mutua entre términos y actores. El objetivo de la acción del Nuevo Materialismo permite la acción didáctica de respuesta del feminismo.


Intervención ad hoc en la obra "Fix action Word" en laTraining school New Materialism, celebrada en el museo Arts Santa Mònica.

EL PROCESO DE LA RECUPERACIÓN DEL “NO” VERDADERO

La actividad creativa se le atribuye al artista por definición, quien inicia el proceso de comunicación con los espectadores, llamando la atención de éstos mediante el mensaje y el código utilizado para trasmitirlo. Pero el discurso creativo no se completa hasta más tarde, cuando es reinterpretado por los espectadores el resultado, la obra. Por ello, los códigos a los que se refiere la obra deben estar basados en parámetros comprensibles por los creadores y los espectadores; aunque los creadores jueguen a menudo con estos códigos para generar tensión en el espectador originando dobles o múltiples mensajes, derivando en ambigüedades o ruidos sobre el mensaje y el código que se pretendió.

A diferencia de otras formas de conocimiento, el proceso creativo se basa precisamente en esta característica para establecer su peculiar forma de comunicación, por lo que podemos afirmar que el discurso creativo se desarrolla desde tres puntos de partida:

            En primer lugar,  el discurso creativo es originado por los artistas con el propósito de trasmitir un mensaje a partir de un código (una expresión artística, un movimiento creativo y un estilo característico).

            En segundo lugar, el discurso creativo es producido por la mirada del espectador quien reinterpreta el mensaje y los códigos empleados por el emisor. La mirada del espectador ejercerá un efecto distintivo sobre la obra, tal como demuestra los cambios interpretativos ocasionados por las épocas o el tipo de discurso, estilos antagónicos o los  matices que se empleen de codificación en diferentes grupos sociales y las sensibilidades individuales.

            En tercer lugar, el discurso creativo se genera a partir de la interactividad de los elementos que conforman la manifestación emitida. Así, el proceso técnico, el mensaje, las lecturas creadas por los actores sociales que intervienen e incluso los acontecimientos que transcurren alrededor de la obra, definen el objeto/sujeto - obra y como conclusión, el artista y los espectadores conceden nuevos significados a la propia obra partiendo de su análisis empírico cronológico. Esta tercera vía de creación de los discursos artísticos está relacionada con la creación de significados allí donde se encuentran espacios vacíos junto a significantes.

Sin convertirse en una tautología, cuando queda definida la tercera vía de la conexión circular, la interactividad de los objetivos crea espacios reconocidos como nulos o vacíos. (Valeriano Bozal cuando define textualmente los espacios en la pintura-pintura, en su obra ‘El arte del siglo XX : La construcción de la vanguardia’ , propone como ejemplo e hipótesis   la incomprensión del espacio: “La condición del espacio no es asunto banal en la pintura, ni tampoco sólo rasgo estilístico. En él se articulan su condición técnica-material y su valor semántico. Él es a la pintura lo que el discurso (temporal) a la narración, condición para la representación a cualquier motivo, y de la misma manera que el discurso supones un sujeto que, en  primera o tercera persona, habla de las cosa,  el espacio también presupone la mirada de un sujeto que percibe y representa las cosas…, al menos discurso y espacio pictórico convencionalmente considerados. Al sustituir el espacio figurado tridimensional por el plano, la pintura introduce una alteración sustancial pues la mirada empírica percibe un espacio tridimensional.” y continua en una alusiva indagación del problema sin saber si quiera que lo menciona: “La pintura se ha convertido en un signo que ‘no se parece al objeto’ que hace referencia y que, a pesar de todo, la representa. La habitual distinción entre signos que fundan su significado en el parecido y signos de carácter arbitrario se hacen ahora más complejas”, Así pone de manifiesto la duda y la relación entre el comunicador y el comunicado, el ruido, el cual queda como excéntrico y abre la posibilidad de un marco teórico creativo disimulado.

La anterior formulación evoca el proceso creativo: la creación artística es la síntesis de los opuestos, la nada  y el universo complejo del artista. En toda manifestación, el proceso de creación es la lucha entre el creador y esa nada, cada uno con intereses propios, y cuando el proceso termina, la obra misma es reflejo de esa lucha dejando siempre, consiente e inconsciente espacios vacíos en lo comunicado. El discurso de lo creado siempre adopta una postura de contingencia, pero debe ser espacio de diálogo entre  obra y espectador, el cual se vuelve elemento activo al re-interpretar bajo su análisis empírico la propuesta, convirtiéndola en algo propio. Por lo mismo que la obra nunca termina y siempre es re-creada en la interpretación.

 


Intervención ad hoc en la "Fix Action Word" en laTraining school New Materialism, celebrada en el centre museo Arts Santa Mònica.

Como se dijo anteriormente, el proceso de crear es en sí un diálogo, lo que lleva a misteriosos agujeros en el intercambio comunicativo, esto espacios no se activan hasta que no ocurren los actos comunicativos. Este diálogo siempre es abierto cuando se establece la conexión comunicativa, dando paso así a los emergentes espacios del “No explorado”. Los espacios vacíos y el artista, que en su conjunto pueden dialogar dentro de una simbiosis de abstracción, sin embargo el espectador queda fuera de esta relación, pasando a participar como elemento dirigido por estos dos anteriores.

En esta conversación no existe el control, de hecho la idea misma es absurda; no existe el control absoluto sobre nada referente al planteamiento ni al ejercicio inicial, pero siempre queda la posibilidad de que estos espacios lleguen con toda su fuerza al objetivo del receptor, acotando principios del reconocimiento de la interactuación y el acto comunicativo.

Todos estos espacios de interactividad se desarrollan en la más tensa tricotomía en la ida y vuelta de la lectura del mensaje, pero justamente es ahí donde se generan agujeros de información, donde realmente se desarrollan los espacios vacíos de la comunicación, y aparece lo que podemos llamar el “No verdadero”, que no es otra cosa que el sustrato de toda comunicación primigenia del lenguaje “el ruido”.

Los interlocutores pueden diferir en sus interpretaciones, y así es como se produce la verdadera relación entre todas las partes del proceso comunicativo. El comunicador y el receptor con la obra ejercen de elementos redundantes, por eso es posible que se creen tensiones entre estos niveles de sucesivas interpretaciones de la obra, que son las que en última instancia, crean estos espacios nulos. Así el receptor, el canal, e incluso el emisor, se convierten en espacios susceptibles de creación de tensiones. Del mismo modo el propio emisor ha podido crear conscientemente espacios nulos, para que el emisor los reinterprete y los espacios nulos puedan ser parte del lenguaje  y un canal de comunicación con el receptor. En cualquier caso, tanto el receptor como el emisor, se convierten en distintas fases del proceso comunicativo en un agente pasivo o activo, intercambiándose las posiciones, el emisor llega a ser espectador de su propia emisión y la reinterpreta desde su posición, al mismo tiempo que el espectador se convierte en re-elaborador del mensaje de la obra final.

 La licencia de buena factura de una obra de arte, es la que deja fragmentos suspendidos de espacios muertos que permiten que el espectador llene esos espacios aparentemente vacíos, con nuevos  vínculos de diálogo y a su vez cree nuevos elementos de debate al configurar en sí misma otros espacios de ruidos en su intención de la comunicación recurrente dentro del circulo infinito de reinterpretaciones. Unos espacios se podrían rellenar siempre con otros y generar infinitos espacios de comunicación acrónicos, readactables, dentro de la evolución del arte y su historia. La obra al dejar el diálogo abierto, permite que otros interlocutores participen en la misma y así esta se mantenga activa, en perpetuo desarrollo y bajo nuevos principios donde se imponga la manipulación oculta del artista hacia sus intereses discursivos, creando también círculo en el relato de intencionalidad.
 


Intervención ad hoc en la "Fix Action Word" en laTraining school New Materialism, celebrada en el centre museo Arts Santa Mònica.

Las leyes de cambio e intercambio, el espectador y el medio

El hombre es indiscutiblemente plural. La obra de arte también lo es en su estado más formal, informal, dialéctico, conceptual, o simplemente en su etapa más abstracta, donde siempre se sostiene la versatilidad de interpretaciones. Teniendo en cuenta que el objetivo es crear expectación utilizando como elementos de manipulación para crear estas tensiones dúctiles, como son los espacios nulos consientes e inconscientes que parten del creador hasta el espectador. De este dialogismo del soporte, y dejando la intervención del espectador como re-elaborador  y recreador, proviene la inconsistencia en la conducta del espectador ante la obra y la resistencia al medio comunicador.

A su vez, los movimientos artísticos se han encargado muchas veces de solidificar  dicha simbiosis; los simbiontes en este caso el creador y lo creado son quienes a lo largo del tiempo definen a las obras, con la complacencia de los maestros de ceremonia en esta tarea, críticos y estudiosos, que buscan y muchas veces encuentran coincidencias en los valores semánticos previamente canonizados. Los elementos discursivos que finalmente definen a los artistas y sus procesos de creación  nunca reparan en la oscuridad de sus espacios nulos o muchos de ellos intentan disimularlos para que sus intenciones se hagan a sus creadores, y el planteamiento conceptual de sus estructuras fundacionales sean cerradas y consolidadas. Y así, mantener una línea común y coherente en la lectura tradicional de la historia del arte. 

 

Samuel Salabarría Academia San Alejandro, I.S.A. Taller José Fowler, Brigadas Hermanos Sáiz. Medios audiovisuales para la enseñanza, Grant, IDEP (Escuola d’alts estudi de la imatge i el disseny), Massana.