Ignasi Aballí, sin principio/sin final en VI ACTOS | GEMMA AGUILAR

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Ignasi Aballí, sin principio/sin final

MNCARS 28 octubre 2015 - 14 marzo 2016

La palabra debe ser sistemáticamente manipulada, forzada, con objeto de hacerle expresar su auténtica significación, ajena al significado común y admitido. [0]

 

I ACTO

Preliminar

Un intento de interpretar la obra de Ignasi Aballí expuesta en el Reina Sofía, pasa por realizar el ejercicio de conformación que el propio visionado propone: desvelar si no volcar en las piezas semánticas de presencia implícita y establecer relaciones sintácticas entre ellas orientándolas a la adquisición de un sentido. Se trata de singularizar el recorrido apropiándonoslo o bien de hacer recorridos propios (en plural y a la inversa), asimilando el trabajo mostrado. Abarcarlo no tanto delimitándolo (desde el título parece claro que no se trata de poner límites) como figurándonoslo, representándonoslo.

De esta manera, la obra emerge.

“La obra es muda y ciega, salvo como momento de tensión que induce e inicia un proceso infinito de lectura. La obra no es, en ese sentido, sino puro «envío», huella, rastro de un relato que no habita en el origen, sino precisamente en su circulación sin fin.” [1]

En el momento en que Clasificar lleva a pensar nace la obra de Ignasi Aballí. Mecanismo sencillo pero no simple que precisa de una activación consciente y atiende a variables intrincadas en cada sujeto (de mirada) que, en primera instancia, dependen de su momento de percepción en la sala pero en realidad pueden tener lugar en otro tiempo cualquiera y más allá de la retina: podríamos, de esta manera, calificarlas de atópicas, de «ατόπος», aludiendo a la etimología de esta palabra: sin lugar y, además, al sentido de inclasificable aludido por Roland Barthes en la entrada homónima de Fragmentos de un discurso amoroso en relación con Sócrates:

“No puedo clasificarlo puesto que es precisamente Único, la Imagen singular que ha venido milagrosamente a responder a la especificidad de mi deseo. Es la figura de mi verdad; no puede ser tomado a partir de ningún estereotipo (que es la verdad de otros.” [2]

Lo que se nos muestra en la exposición no es la obra sino su detonante: el verdadero carácter de las piezas no es material y ni siquiera se manifiestan como productos acabados. Reducidas a la mínima expresión son, en cambio, propuestas conceptuales; trabajo de virtual multiplicidad cuyas variaciones, basadas en relaciones de complicidad posibles, comprenden el espectro vivencial desplegado en cada recorrido físico (proyecciones perequianas del objeto en el espacio) e incluyen además cualquier proyección (mnemónica o no) articulada por el visitante no sólo dentro sino una vez fuera del museo.

II ACTO

1 Binomios vertebrales

Binomios de palabras vertebran la exposición sujetando las obras a un (in)cierto sentido que es clave de lectura (en este texto, insertamos las palabras resaltadas en negrita e integradas en el discurso). Esta selección de vocablos, relacionados en unos casos por contraposición, apenas por desviación en otros, establecen el área de contacto en cuya satinada superficie patinan los significantes en busca de significados.

algonada

Ignasi Aballí, algo, nada (2014)]

 

El conjunto conforma un despliegue de estrategias articulado sobre la interiorización de Perec por parte de Aballí, asimilando un cotidiano que por lo general es desatendido en el día a día.

Mirada fijada en el objeto (la obra) y en el espacio (expositivo). Le corresponde a cada visitante, focalizada la atención en esto que podemos relacionar con lo infraordinario perequiano, la incorporación de posibles sentidos a todo lo que, por obvio, presuponemos y, en su aparente evidencia, se mantiene oculto bajo una capa de convenciones a las que seguramente casi nadie otorga la misma equivalencia. Hasta qué punto es posible medir la distancia entre significante(s) y significado(s). Tentativas de aproximación por parte del Michel Leiris de La regla del juego que, como la Catherine Françoise de El árbol ausente,

“..., se sirve de algunos recuerdos para llevarnos de regreso a un lugar que hubiéramos atravesado con prisa. Sigue el hilo conductor del aprendizaje de los nombres, frente a los que renueva su primera desconfianza.” [3]

es capaz de llevar a cabo un minucioso recorrido retrospectivo por las fuentes primeras del lenguaje que imprimieron o imprimaron la mente infantil: blanco sobre (folio o lienzo en) blanco al límite de lo indescifrable, en el pozo de nitidez cegadora de lo más primigenio y personal.

En realidad, uno mismo pone en cuestión el sentido único de un término: ¿qué es Clasificar? ¿qué es pensar? ¿es lo mismo «pensar» en relación con «Clasificar»? ¿qué resto arrastra adherido cada palabra uso a uso? ¿Acaso alguna vez deja de existir un contexto implícito (sustrato inherente) para cada palabra del cual aislarla en el momento de darle un nuevo uso, de dotarla de un nuevo valor siendo éste no sólo variable para cada palabra, sino para cada situación? Sustrato propio con proyecciones desiderativas, de bastarda herencia.

Recurrente, el metatema expositivo aparece y reaparece: en suma, permanece en un ejercicio de autoconsciencia donde efluvios sin olor y Sin color propiamente dicho, inciden en el status invisible y transparente que atraviesa este proyecto.

Un arte que lo mismo en Superficie que en pantalla «...la piel es lo más profundo que hay en el hombre, en tanto que se conoce. Paul Valéry» se desliza con tacto sutil alterando el nervio óptico en inquieta sinapsis hacia la cognición. Impregnante interiorización.

En realidad, no podemos decir que la alteración experimentada posea un principio ni un fin, ni siquiera que se fundamente en la relación entre copia y original pero, trabajando con los instrumentos de medición apropiados, nos permitiría trazar una línea roja a lápiz rojo circunvolucionando el trayecto.

Si esto constituyese la Cara a, la cara b sería un recorrido táctil por los muros o bien fantasear con la presencia del olor del papel amarilleado bajo el cristal, con el peso de la carga de color soportada en las superficies, sobre, bajo, en cada palabra negro sobre blanco.

En cualquier caso, ni estaría acertado, ni acertaría a establecer la distancia entre una première partie y una deuxième partie aun teniendo presente la idea de medio lleno y medio vacío ni siquiera invirtiendo el sentido del recorrido Sabatini-Nouvel, Nouvel-Sabatini.

“Así pues sigue dando vueltas la palabra que basta
Y todos son alcanzados por su silencio” [4]

 

III ACTO

2 Relatos encaminados por la intertextualidad

Cada elemento textual recogido por la propuesta de Aballí, desafiando su propio status de visibilidad si no legibilidad, parece filtrarse por diferentes rendijas del desdibujado límite que el título sin principio/sin final sugiere.

Decir prólogo y epílogo es como dotar de un principio y un fin a Un paisaje posible (2015) obra que metafóricamente podemos asimilar como preámbulo de aquello que vamos a ver o clausura de lo que acabamos de ver, en función del sentido de nuestro recorrido. Palabras que median entre el paisaje y nosotros, sobre el cristal por el que miramos. Notación. Cristal lúcido, cual cámara que dota de perspectiva a nuestra mirada. Textual delimitación virtual para Stéphane Mallarmé «Un libro no empieza ni acaba, solo lo parece», explícitos espacios de escritura abis(m)al para Edmond Jabès «No se escribe nunca el libro sino sólo su origen y su término, esos dos abismos.» [5]

“El espacio se deshace como la arena que se desliza entre los dedos. El tiempo se lo lleva y sólo me deja unos cuantos pedazos informes:

Escribir: tratar de retener algo meticulosamente, de conseguir que algo sobreviva: arrancar unas migajas precisas al vacío que se excava continuamente, dejar en alguna parte un surco, un rastro, una marca o algunos signos.” [6]

Considerar, así, expreso (tal como lo define Perec en el párrafo final de Especies de espacios que precede este párrafo), el carácter de libro (escritura) de este proyecto expositivo y su destino lectura abierta (escucha atenta) del diálogo entre las obras, en cada sala y de sala a sala en el marco interverbal que determinan los binomios de palabras o incluso fuera de este marco y hasta del expositivo —en el fuera de campo absoluto del espacio habitado (o no habitado).

“Lo importante del texto: el espacio intermedio, los huecos, los márgenes, todo lo que no está dicho.” [7]

Recorridos donde aquellas escucha abierta (lectura atenta) posibilitan entramados a la medida de cada mirada.

Tramas o trazas: inmaterializadas variaciones que se mueven desde los gestos rutinarios del artista hasta las construcciones de carácter improvisado por parte del espectador cuya virtual entidad física nos transporta a piezas artísticas como los cubos de Sol Lewitt (Variations of Incomplete Open Cubes, 1974) o los trabajos de On Kawara que ven su compleción solamente comprendida por la vertebración de la obra completa, procesos de seriación intrincados en lo diario.

20palabras

Ignasi Aballí, 20 palabras (tres veces) (2015)]

 

Y de qué modo palabra se relaciona con prólogo si no es a través de la pertenencia. Nada que ver con el vínculo de proximidad establecido entre ver e invisible que sí podría tener más en común con el que media entre idea y transparente.

 

“palabra / prólogo

ver / invisible

idea / transparente

corrección / texto

casi / imagen

error / posible

desaparición / probable

vacío / sin

epílogo / prólogo

fin / pantalla”

 

La corrección de un texto sí podemos verla como casi imagen, por qué no y pensar que contempla el error posible cuya desaparición convierte en probable. Así, vacío de o sin faltas, nos conduce al epílogo desde el prólogo. El fin aparece en la pantalla. Corporeizar la ausencia sin borrado: la desaparición del error en la contundencia de los tipos móviles 20 palabras (tres veces) (2015), al modo de La desaparición de Perec donde se puede verificar la omisión a simple vista pero para ello es necesario hacerse consciente de la falta y proceder a su búsqueda.

“Allí se da, a decir verdad, la contradicción o la paradoja más grande, que es la auténtica respuesta política de Perec al mundo, y a la historia: la desactivación y el cumplimiento a la vez. Una paradoja que no hace otra cosa, en definitiva, que describir el movimiento mismo del lenguaje, que tiene la facultad angélica –notada ya también por Mallarmé, después de Hegel– de transformar la certeza sensible en un negativo y en una nada, y luego, el poder de conservar esta nada, transformando lo negativo en ser.” [8]

En el umbral de la percepción, blanco sobre blanco, Algo (pintura blanca sobre pared) (2015)

“Ninguna imagen produce luz. La luz solo aparece aquí reflejada sobre el gel transparente que simula los cristales. Es como un recuerdo de una luz. Falsas ventanas de pintura abiertas sobre la pared del museo, ciegas, solo se abren sobre sí mismas y sobre la ausencia de luz.” [9]

IV ACTO

3 Intertextualidad acromática

Perec, Maillard, Mallarmé, Jabès, Christensen,... Beckett, Blanchot.

Resulta embriagador el ejercicio de dejarse conducir por la intertextualidad narrativa a lo largo del recorrido, constatando así su entidad interlineal explicitada, por otra parte, en obras como Entrelíneas IV (2011) donde la limpieza de la yuxtaposición abre fisuras que, con o sin fricción, alientan si no reclaman la intromisión del espectador cuya aportación es siempre significativa si no significante.

Ecos de Beckett, Sin:

Frente al ojo sereno casi tocando sereno todo blancor ningún recuerdo. Jamás si no imaginado azul llamado en poesía celeste si no en imaginación loca. Pequeño vacío gran luz cubo todo blancor rostros sin trazo ningún recuerdo”. [10]

O murmullos de La locura de la luz (Maurice Blanchot):

“Tuve la impresión de entrar en el muro, de errar en una maraña de sílex. Lo peor era la brusca, la horrorosa crueldad de la luz; no podía ni mirar ni dejar de mirar; ver era lo espantoso, y parar de ver me desgarraba desde la frente a la garganta.” [11]

 

V ACTO

4 Aspectos suprematistas (sobre 10 blancos)

 

“Cuando la pintura blanca   no es pin-

tura       no es blanca   y no es

otra cosa

(y se ha privado de todo a los sentidos / al idioma)

todo ha quedado superado indiferentemente finalizado

y el mundo regresa lentamente” [12]

 

Desde lo acromático, una aproximación suprematista a sin principio/sin final percibe blanco sobre blanco pero donde lee blanco, ve verde, azul. Gris.

diez-blancosIgnasi Aballí, Diez blancos (2015)]

 

Gris Innombrable.

«El Innombrable repite una y otra vez que debe hablar sin estar seguro muy bien de qué: “Estoy en las palabras”, dice el Innombrable, “... hecho de palabras, de las palabras de los otros, lo que otros, del lugar también, el aire, los muros, el cielo, el techo, todas las palabras...”. Y al final, como una manera de resumir su historia sin final, interminable, repite, “... todo son palabras, nunca despertar, todo palabras, no hay nada más...”.» [13]

Paleta de blanco clásico Valentine [14] para pared Diez blancos (2015):

 

“E 374 blanco mar
PL 34 blanco cielo
0707 blanco marfil
PL 44 blanco plata
D 784 blanco camelia
A 722 blanco primavera
V 248 blanco halógeno
0700 blanco nube
D 787 blanco puro
D 785 blanco crema”

 

La luz opta por engrisecer y el contexto colorear (descomposición): virtual arcoiris Vitrinas CMYK (2010) o bien negro sobre gris hasta que el negro desaparece. Disolución del significante.

 

“...; blanco, es blanco,

dicen los niños, la oscuridad es blanca, pero no

blanca de la misma manera en que existía el blanco,

cuando existían los árboles frutales, tan blancos en su florecer,

la oscuridad es más blanca, los ojos se derriten” [15]

Negro sobre blanco: signo, verbo, corpus. Corporeización del significado.

 

VI ACTO

5 Leer los colores: letanías primarias

Recogiendo el espíritu del repertorio de palabras con el que Perec cierra su Especies de espacios y evocando la intensidad de análisis y el poder de evocación (la evocación de poder) de la palabra en ciertas obras de Emma Kay (en sentido inverso), en Classificats, lienzos monocromos recogen listados alfabéticos (textos repletos de imágenes emergentes) cuyo valor de índice está más intrincado con la semántica semiótica de este término que con la bibliográfica, haciendo explícito el juego entre palabra e imagen que Aballí plantea, donde ambos conceptos se intercambian, como expresa Arnau Horta en “La oscilación del sentido”, Babelia 09.01.16: «Un lenguaje y unas imágenes que en muchas obras de Aballí muestran su naturaleza intercambiable: una imagen está siempre dispuesta para su lectura y un texto es siempre, además de una sucesión de palabras, una imagen. Aballí examina el índice, el signo, el rastro o la huella, problematizándolos junto a otras formas de sujeción entre un elemento significante y sus posibles significados.»

Diálogos entre colores mediatizados por palabras cuyo sentido emana del visionado directo. Lectura silente. Percepciones y sensaciones que toman valor en la interacción que tiene lugar en la sala, asumido el lienzo como página. Con mayor énfasis, si cabe, que en resto del espacio, el espectador apelado a conformar la obra, despojada de matices la expresión para que éstos se articulen en la impresión: en el espacio expositivo, cuestionar las convenciones de los signos desde la propia posición del sujeto entre significante y significado.

classificats

Ignasi Aballí, Classificats (2007)]

 

Extraída del diccionario y llevada al lienzo, la recopilación de palabras conforma un listado de sugerente aunque intrincada lectura, enraizada en un pasado cercano que cada clic hace más remoto: ansiedad de papel ante el cuadro. Cata paladeada blanco sobre negro: «blanco grosella, blanco guayabo, blanco guindo, blanco guisante», negro sobre blanco: «negro grosella, negro guinda, negro guirlache», sobre rojo: «rojo grosella, rojo guinda, rojo guindilla, rojo guisante».

“El azul de la mañana tenía un brillo fresco, una caricia de aguamarina que migraría, a través del espectro del día, hasta el ocre suave y duradero de la noche.” [16]

Meteorología sobre azul: «azul luz de las estrellas, azul luz de luna», sobre amarillo: «amarillo luz de sol, amarillo lluvia». Classificats (2008)

“Llovía mansamente y tu sangre se paseaba como

siempre por la carne de las palabras silenciosas” [17]

Cuando la lectura de un cuadro es tarea literal, la conjunción de sonoridad y bagaje personal vivifican como sensaciones perceptivas aquellas mnemónicas que nos constituyen: «..., somos la memoria en la que habita todo lo que alguna vez imaginamos,...» [18] Sensaciones de contenido intenso, susceptible de producir un desbordamiento de la sala Classificats: embriaguez.

“Un pensamiento, un deseo, un libro,

Una pizca de escarcha

Emborracha.” [19]

Cansada la vista antes de que se sacie la ansiedad

“Entonces, la palabra se convierte en el objeto principal del deseo, gracias a una narración abierta a la búsqueda infinita de sentido, forzosamente subjetivo.” [20]

en un recorrido por lo fantástico y lo exótico pero también por lo natural y lo prosaico ante lo cual uno es capaz de materializar un enfrentamiento a sus propios límites de escala dimensional y temporal.

“«Lo absoluto quiere estar cerca de nosotros»: son las palabras de Hegel. Lo quiere, lo desea. Ahí está ya, está ahí desde siempre, y lo desea aún. Estando cerca, desea aproximarse. Lo próximo es deseo de estar próximo, no está entonces próximo sin aproximarse más. Sin fin. Lo absoluto es ese deseo, ese vértigo de deseo infinito.” [21]

La traslación de los términos de su soporte más usual (el diccionario especializado) al lienzo, determina que las entradas conformen listados de entidad claramente perequiana, provocando que el color emerja de conceptos, objetos o sujetos desde la profundidad de nuestro ser como emanación del tiempo, del verbo en el ente.

“Nos hace falta un corpus de entradas del cuerpo: entradas de diccionario, entradas de la lengua, entradas enciclopédicas, todos los topoi por donde introducir el cuerpo, el registro de todos sus artículos, el índice de sus emplazamientos, posturas, planos y repliegues. El corpus sería la inscripción de esta larga discontinuidad de entradas (o salidas: puertas siempre batientes).” [22]

Por detrás o por debajo de lo habitual, en territorios despoblados. Al otro lado de la luna, en el reverso despojado de todo rasgo que caracteriza lo extraordinario, habita esta obra de intemperie.

 

***

Gemma Aguilar (Santiago de Compostela, 1971) Doctora en Bellas Artes, participa actualmente en la Research Community Laboratorio Vivo (Medialab Prado). Pensar la narrativa digital ha originado su tesis Narrativas procesuales: sujeto, errancia y fragmentación digital y la publicación en revistas online como http://salonkritik.net, http://www.e-limbo.org y http://www.comunidadinconfesable.com/author/gemma-aguilar/ - See more at: https://interartive.org/2015/10/temporizar-el-agua/#.dpuf

 

Referencias

[0] María Dolores Picazo, “Creación poética y creación lingüística en Michel Leiris”, Revista de Filología Francesa 2, Editorial Complutense, Madrid, 1992 <http://revistas.ucm.es/index.php/THEL/article/view/THEL9292220165A>

[1] José Luis Brea, Pep Agut: la más altiva de las cimas, Acción Paralela <http://www.accpar.org/numero4/agut.htm>

 [2] Roland Barthes, Fragmentos de un discurso amoroso, Siglo XXI de España Editores, Madrid, 2007, p. 42

 [3] Santiago Auserón, “La materia de los signos”, ensayo sobre El árbol ausente <http://www.demipage.com/blog/descargas/1263291220.pdf>

 [4] Inge Christensen, Eso, “La acción”, variabilidades, 7, Editorial Sexto Piso, Madrid, 2014, p. 275

 [5] Edmond Jabès, Un extranjero con, bajo el brazo, un libro de pequeño formato, p. 32

 [6] Georges Perec, Especies de espacios, Editorial Montesinos, Barcelona, 2001, p. 140

 [7] Chantal Maillard, La mujer de pie, Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2015, p. 296

 [8] Alberto Ruiz de Samaniego, op. cit., “Ejercicios de stylo. Georges Perec o el arte del lugar”, p. 37

 [9] Gérard Wajcman, “Memoria, visión, espera”, p. 14 <http://www.ignasiaballi.net/pdf/GWajcman_Cast.pdf>

 [10] Matti Megged, Diálogo en el vacío y otros escritos, “El enfrentamiento con la realidad”, Machado Grupo de Distribución, Madrid, 2009, p. 57

 [11] Matti Megged, op. cit., “El enfrentamiento con la realidad”, p. 45

 [12] Inge Christensen, op. cit., “El escenario”, continuidades, 6, p. 103

 [13] Matti Megged, op. cit., “El enfrentamiento con la realidad”, p. 5

 [14] http://www.valentine.es/portalbv/portal/user/anon/page/svdtendblancos.ps...

 [15] Inge Christensen, Alfabeto, p. 33

 [16] Pierre Bergounioux, La huella, Días Contados, Barcelona, 2010, p. 64

 [17] Max Blecher, Cuerpo transparente, “París”, Ediciones de la Rosa Cúbica, Barcelona, 2008, p. 55

[18] Emiliano Monge, Morirse de memoria, Sexto Piso, Madrid, 2010, p. 159

 [19] Jean-Luc Nancy, Embriaguez, Editorial Universidad de Granada, Granada, 2014, p. 65

 [20] Julia Kristeva, “La pasión según Teresa de Ávila” en el catálogo de la exposición Nada temas, dice ella, p. 59

<http://www.accioncultural.es/media/DefaultFiles/flipbook/NadaTemas/index...

 [21] Jean-Luc Nancy, op. cit., p. 66, 67

 [22] Jean-Luc Nancy, Corpus, “Entradas”, p. 45