Video y Cine: laberintos cotidianos, imaginación documental: Entrevista con Alan Langdon | LUCIANA KNABBEN y LUCILA VILELA

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El artista visual y cineasta Alan Langdon posee una vasta producción de videos independientes y concluyó su primer largometraje en 2009. Trabajando en la frontera entre documental, ficción y biografía, sus películas, en su mayoría, parten de experiencias personales abordando espontaneidad y situaciones cotidianas. La casualidades un factor recurrente en su trabajo y su producción refleja la experiencia ante las imágenes cotidianas. El artista esboza su obra a partir de una mirada sobre aquello que está a su alrededor. Ante la profusión de imágenes grabadas, el trabajo de montaje es de suma importancia. Es en la edición que el artista define su mirada, manipula el material y da sentido a situaciones que surgen del cotidiano.

Norte-Americano residente en Brasil desde 1983, Alan Langdon se licenció en Bellas Artes por la Rhode Island School of Design (EUA), con especialización en Cine, Vídeo y Animación. Actualmente trabaja como montador y animador gráfico. En esta entrevista nos cuenta un poco de su producción como cineasta y su relación con la pintura, la música y otros medios.

Luciana Knabben y Lucila Vilela: En sus vídeos a primera vista percibimos un rodaje bastante casero, con escenas improvisadas y un lenguaje que se parece al making off. Pero cuando miramos con atención percibimos que ese aparente descuido es intencional y que existe una sofisticación detrás de eso. ¿Cómo es ese proceso? ¿Usted hace un guión previo?

Alan Langdon: En realidad cada película tiene un proceso diferente. En general puedo decir que nunca escribí un guión. Nunca estudié guión, hice licenciatura en Bellas Artes entonces el enfoque en cine, vídeo o animación fue muy intuitivo. Tal vez lo máximo que se hago en el sentido de guión, de planteamiento previo, sea algún boceto de ideas, orientaciones básicas. Pero muy poco y cada vez menos. Lo que hago más últimamente es mapear lo que pasó. Yo trabajo como montador y editor, me gusta caer encima del material grabado.

L.K. L.V.: En general, en sus producciones, está presente un fuerte trazo biográfico. En su reciente película “Betóva, el año de la perra”, usted obsesivamente graba el cotidiano de su perra, crea un website y monta todo un interés encima de algo ordinario. ¿Por qué el interés en la Betóva y no, por ejemplo, en el otro perro, el Blanco?

A.L.: Bueno, esa pregunta es fácil de contestar: la Betóva fue la primera. Yo había vuelto de Estados Unidos, donde me quedé siete años, para empezar de cero. En esa fase cogí una perra: la Betóva, que fue la primera. Y en aquél día, pensé: ¡ah, voy a grabarla cada día! Estas ideas bien sistemáticas que adoramos tener y que no funcionan en la práctica. Voy a ponerla siempre con el mismo fondo, grabar siempre en el mismo lugar, ella va a crecer y las personas van a ver su proceso de crecimiento. Pero después percibes que no solo es imposible hacer que una perra se quede parada, como no tiene gracia, queda todo muy metódico. Entonces seguí con la metodología de grabarla cada día, pero poco a poco fui grabando en diferentes lugares. Y con el tiempo apareció el Blanco, que vino a ser un coadyuvante, aunque él robe la escena muchas veces. La Betóva es toda negra con guantes blancos, es casi una sombra. Es casi como si fuese un espacio negativo y todo lo que está a su alrededor, el espacio positivo. Ese es el concepto en que me quedé pensando después de asistir y editar el material durante años. Pasaron siete años para cerrar el ciclo y en ese tiempo pasaron muchas cosas.

L.K.: En sus vídeos entonces no es solamente usted quien graba ¿Hace usted un colage de otras miradas?

A.L.: No tanto porque al final mi mirada acaba siendo predominante porque en general soy yo quien edito. Pero en “Sistema de Animação”, por ejemplo, es realmente una mirada hecha a cuatro ojos y a cuatro manos, yo edité, digamos que operé la edición, pero pensamos juntos.

Rosângela Cherem: En su discurso hay dos cosas que me llaman la atención: la proximidad con lo cotidiano y con lo empírico. ¿Hay un momento en que usted crea algún concepto o procesa eso de manera más elaborada?

A.L.: Mientras estoy haciendo no, en ese sentido de reflexionar, poner en palabras.

R.C.: ¿Llega un momento en que usted medita sobre eso, entonces asienta y reconoce por ejemplo la cuestión temporal?

A.L.: Sí, después acabo haciendo una reflexión escrita, por ejemplo cuando tengo que escribir los extras del dvd, intento explicar para las personas lo que hice y en ese proceso acabo reflexionando sobre eso. Yo leo mucho, pero no teoría. Leo ficción, libros que hablan sobre cine, asisto a producciones contemporáneas...

R.C.: ¿Usted tiene referencias o interlocutores?

A.L.: Sí,alguna cosa, pero muy aleatorio, yo no hago una inmersión temática en aquello que estoy haciendo. Por ejemplo, si estoy haciendo una película sobre mi perra, no voy a leer todo sobre perros....Huvo un caso que Maria Emília, una amiga, me regaló un libro de Harry Laus sobre memorias de una perra observando el mundo a su alrededor...

R.C.: Que es la conversación con Virginia Woolf también...

A.L.: ¿Ah sí? pues no lo sabía. Realmente no investigo mientras estoy produciendo. Hay cosas que me interesan y que encuentro por casualidad. Tal vez un ejemplo de eso sea un trabajo que estoy haciendo ahora sobre la idea de laberinto. Estoy investigando la cuestión de los laberintos para intentar entender por donde voy. Hay muchas cosas que recolecto, de manera no lineal, poesías, fragmentos de textos, estoy creando un mapa visual de este laberinto que será la estructura del vídeo. Es diferente explicar, investigar una cosa o dejarse penetrar por ello, o sea, pienso que es importante no ser consciente de qué es exactamente lo que estás haciendo porque sino acaba enyesando el trabajo. Por eso no hago mucha investigación o lecturas, es más el proceso lo que voy absorbiendo.

L.K. L.V.: Existe una intensa relación con la música en su trabajo. Su primer largo-metraje “Sistema de Animación” es un documental sobre el baterista de Florianópolis Toicinho que fue hecho en colaboración con el baterista y amigo Guilherme Ledoux, que también aparece en otros trabajos, incluso en la creación del colectivo Pintô Sujera. ¿Cómo funciona esa colaboración?

A.L.: La colaboración surge a partir de la amistad, nos conocemos desde pequeños. Siempre fui más de artes plásticas y él de música. Él se fue desarrollando como baterista y músico y yo como artista plástico y cineasta. La mayoría de mis amigos son músicos, tal vez por eso tenga esa conexión. En 1995, hicimos algunas músicas y creo que fue ahí que empezamos a crear alguna cosa en conjunto, cuando volví a Brasil, después de un año de licenciatura en cine, decidimos hacer un vídeo. Entonces cogimos una servilleta, inventamos algunos obstáculos que el personaje tendría que pasar, tal vez sea lo más próximo a un guión que haya hecho. En la época, la hermana de Guilherme tenía una camera de vídeo muy sencilla. Eso fue una escuela para mí, nosotros pasamos dos fines de semana grabando, con esa cámara sencilla y los amigos actuando. Tomando prestados personajes y frases de esas músicas que ellos tenían hechos. Entonces digamos que el universo que aprovechamos era el de las músicas.

L.V.: Cuéntanos un poco del largometraje “Sistema de Animación”, su relación con Toicinho y la elección del personaje.

A.L.: Ahí conecta con la historia de Guilherme, porque él es baterista y Toicinho fue una de las personas que más le inspiró a tocar. Toicinho es un baterista con más de 40 años de carrera, es un personaje de la isla de Florianópolis, leyenda viva de la música local, y brasileña también. Él tocó con mucha gente buena, pero es muy underground. Él no se promueve de ninguna manera, más bien se despromueve todo el tiempo. Pero le encanta ocupar cada centímetro de un salón hablando, tocando, riéndose, se comunica con las personas de una manera muy intensa. Entonces cuando Guilherme me propuso hacer una película sobre Toicinho, estuve de acuerdo porque percibí que además de ser muy performático, era un excelente músico. El proceso de rodaje llevó un año más o menos, los rodajes principales fueron en casa y en conciertos. El tema era él, entonces nos aproximamos a él. Fue interesante porque fue mi primer proyecto enfocado en otra persona y fue una inmersión muy provechosa, encontramos un personaje fantástico que sintonizó muy bien con nuestro proceso creativo. Y como todo lo que hacemos es con el dinero de nuestro bolsillo y con el tiempo que tenemos para encontrarnos, necesitamos cinco años para finalizar la película.

L.V.: ¿Toda la película fue hecha con dinero de su bolsillo?

A.L.: Sí,pero fue más una inversión de tiempo porque necesitamos poco dinero. Gastamos con cintas y un poco de gasolina.

Felipe Soares: ¿ Tenían ustedes equipamientos? ¿ Un buen micrófono?

A.L.: No era un micrófono muy bueno, yo tenía una cámara Mini-DV, y un micrófono direccional que colocaba encima. Hoy tenemos grabadores de audio mucho mejores. Pero Toicinho es así: si pedimos que haga una batería con lo que hay en este ambiente, él hace un gran sonido. Entonces nos gusta intentar ese tipo de desafío. Como Toicinho es muy rápido y espontáneo no funcionaría sentar y ponerle una luz encima, entonces fue todo muy de improviso. Intentamos sacar el máximo de provecho con ese equipamiento limitado. No es el equipamiento que hace una película.

L.K. L.V.: En el vídeo “El Retrato de Doriana Extra Cremosa con sal”, de 2006, usted trabaja con elementos tradicionales de pintura: el retrato y el bodegón, y aún contrapone la pintura al píxel de la imagen digital. En otros trabajos también percibimos la presencia de un pensamiento pictórico. Cuéntanos un poco de su relación con la pintura.

A.L.: El “Retrato de Doriana cremosa con sal” tal vez sea el vídeo en que aparezca más esa idea de aplicar un pensamiento de conceptos. El video habla un poco de una muerte para mí, de la pintura y del dibujo que fueron acabando a medida en que fui trabajando más con vídeo. Por un lado es bastante sencillo, es una constatación de esa transformación, no de una muerte, pero de la transformación de una cosa en otra. Y para hacer el vídeo, tuve que hacer una pintura.

L.K. L.V.: Usted, muchas veces, trabaja con apropiación de imágenes y también con declaraciones de gente que aparece, por ejemplo, en la calle o en el autobús. ¿Cómo lidia usted con la cuestión de los derechos de autor?

A.L.: Ese tema es muy interesante, hoy pienso en apropiarme de cosas que están liberadas. En el momento estoy intentando disciplinarme para adentrar un poco en ese camino porque como a todo el mundo, me gustan las músicas que son comercializadas, escucho y quiero poner, por ejemplo, la música de Jonh Cage en mi video, pero no tengo derechos de autor para utilizarla, entonces el youtube me censura. Por un lado como documentalista pienso que si está en el mundo hay que utilizarlo. Pero claro, si grabé una persona y ella no quiere ser grabada, existe una ética que no voy a violar, y con eso tengo mucho cuidado. Hay personas que no quieren aparecer y ni quieren ver el video. Sucede y lo respeto, me parece esencial el derecho de imagen de las personas. Pero me gusta mucho grabar espontáneamente, no contrato actores. En cuanto a la música, creo que si está en la radio, en el cd, tocando en el mundo, ¿por qué no liberarla? Ya no necesitamos más ganar dinero vendiendo cd físico, creo que se hace necesario buscar otra manera de ganar dinero con las obras ya que es muy fácil obtenerlas. Pero eso legalmente no es correcto y puede impedir una película, entonces siempre que es posible intento llamar a un músico para hacer la banda sonora. Pero busco músicas ya liberadas porque tengo dificultad de trabajar en equipo, tal vez por eso no trabajo con cine narrativo ni con actores.

Websites:

www.CASAdoALAN.com.br

www.SISTEMAdeANIMACAO.com.br

www.BETOVA.tv