Impresiones sobre la trilogía “Nadie es Imposible” | LUCILA VILELA

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Só Depois, 2011.

La palabra estereotipo, στερεότυπος, viene del griego stereos= sólido y typos= molde, impresión. El stereo, por tanto, en su origen, nada tiene que ver con lo doble, sino con lo sólido, lo completo, lo tridimensional. Por lo tanto, el término estereotipo inicialmente tenía un sentido de impresión, pero con el tiempo fue ganando un significado social, tal vez por la impresión sólida de una determinada imagen, la palabra pasó a ser utilizada para designar ciertos tipos de comportamiento y apariencias comunes entre personas o individuos de un mismo grupo.

Es a partir de la investigación de los estereotipos que la actriz Mônica Siedler en colaboración con el artista visual Roberto Freitas dieron inicio a la trilogía “Nadie es Imposible”, trabajo híbrido que utiliza diversos lenguajes artísticos en el espacio teatral. Para construir 1A(uma), la primera parte de la trilogía, la actriz utilizó como referencia las fotografías de la artista norte-americana Cindy Sherman. En las fotografías, la presencia cinematográfica, principalmente en la serie “Filmstills (1977-1980)” sugieren escenas imaginarias con personajes estereotipados. La representación de esos personajes propone un cuestionamiento de la identidad de género, pero también de los papeles socialmente impuestos. En el trabajo de Mônica Siedler, así como en las fotografías de Cindy Sherman, diversos personajes se concentran en una misma actriz. De la misma manera, podemos acordarnos, de la película Holy Motors, dirigida por Leos Carax,  en la que aparece el mismo actor, Denis Lavant, interpretando a Oscar, un actor que vive inusitadas situaciones en la piel de insólitos personajes. Explicitar el juego entre actor/personaje forma parte del universo que ha dado origen a la trilogía de la pareja de artistas.

En escena, la actriz Mônica Siedler viste una ropa imparcial dando énfasis a los movimientos del cuerpo. En el escenario, interactúa con personajes que ella misma interpreta proyectados al fondo de una pantalla y manipula pequeños televisores que exhiben imágenes de su propio cuerpo. Así, su propia imagen se multiplica en diferentes soportes alternando la presencia entre el cuerpo real y el virtual. En una escena de 1A(uma), Mônica Siedler con una pantalla que contiene imágenes de su cuerpo desnudo, va pasando sobre su cuerpo como rayos X, en ese momento quita todo el artificio que construye a sus personajes. En “Somático” ella se encuentra inesperadamente con sus propias manos, las mismas que aparecen en el vídeo, extrañando el cuerpo real que, de repente, pasa a ser virtual. Así, tanto en las pantallas de vídeo como en las proyecciones, los personajes apuntan a un único ser: la actriz, su cuerpo y su identidad.

  
Monica Siedler, en 1A (uma), y Roberto Freitas.

Los vídeos elaborados por Roberto Freitas funcionan como recortes aislados de imágenes en movimiento. Elementos visuales, cinematográficos y teatrales evidencian la mezcla de lenguajes. Las diversas pantallas de vídeo funcionan como una instalación y actúan como recursos de separación que encuadran las imágenes de la actriz en diferentes situaciones. Cuando el artista fragmenta las imágenes en pequeñas pantallas trabaja con esa frontera del encuadre, una especie de marco que separa la imagen de la realidad. Todo eso dentro de un gran recorte que es el escenario teatral, delimitador de la escena.

La neutralidad buscada por la actriz revela una investigación gestual en la construcción de esos personajes. Son acciones latentes, acciones que no concluyen pues crean una expectativa que nunca se suprime. La soledad y el vacío de los personajes en estado de espera, principalmente en “Solamente Después”, la última parte de la trilogía, presentan una voluntad de acción que nunca es alcanzada. Eso genera humor, pero también incomodidad. Así también son sus movimientos, gestos interrumpidos, como si quisieran captar lo que ha pasado, contener el gesto anterior, dudando seguir. La rotura, la separación, está presente tanto en las imágenes recortadas, como en los movimientos contenidos. En esa configuración de estereotipos, excesos de definición apuntan el vacío. “1A (UMA)”, “Somático” y “Solamente Después” juegan con la suma y la división, mientras Mônica Siedler multiplica sus personajes y les atribuye narrativas, Roberto Freitas fragmenta las imágenes e interrumpe las acciones en el vídeo. En el escenario, los dos actúan, ella en presencia y él manipulando el sonido y los vídeos. En el diálogo entre cuerpo e imagen, “Nadie es imposible” atraviesa personajes solitarios y vacilantes que migran hacia diferentes soportes desplazando impresiones precisas.

 Website: http://ninguemeimpossivel.blogspot.com.br/

Trailers: 1A (uma), 2007  |  Somático, 2010 | Só Depois, 2011.