Palestine c/o Venice – El reclamo de una presencia | HERMAN BASHIRON MENDOLICCHIO

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Palestine c/o Venice

Palestine c/o Venice

En el complejo marco geopolítico de nuestro mundo global, las Bienales de arte contemporáneo juegan un papel decisivamente avanzado. De todas estas tipologías de eventos, de los que cada cual intenta ser distinto del otro, Venecia destaca como la historia viva de las Bienales, la madre que desde 1895 reúne, en sus aguas y palacios, países y culturas de todo el planeta. Un planeta cuyo mapa es continuamente inestable, frágil y transitorio. La historia enseña que existen países que algunos reconocen y otros no, que existen confines y fronteras que se trazan con un bolígrafo en los despachos de los "poderosos", que el país que existía ayer ya no existe hoy y que el que no existe hoy pueda que exista mañana.

Estas geografías movedizas se van conformando y transformando también en el territorio propio del arte contemporáneo: un territorio crítico y de investigación que, en determinadas circunstancias, puede y sabe proporcionar respuestas y remedios geopolíticos y sociales mejores con respecto a otros campos de acción y de pensamiento.

Como expresa Carles Guerra, en relación a la Bienal de la Laguna: "Venecia no es la ONU, aunque se concibe de un modo similar" (1).

En la edición del 2009, la número 53 por la precisión, se presenta por primera vez, en la sección de eventos colaterales, el pabellón de Palestina: un presencia que conlleva indudablemente una fuerte carga simbólica. En el Monasterio de los SS Cosma y Damiano, construido en el 1492 en la isla de la Giudecca, Palestina encuentra un domicilio temporal y al mismo tiempo una visibilidad y un reconocimiento de amplitud global.

Entre Venecia, su Bienal de arte y Palestina hay una historia detrás y es una historia larga y compleja. Como recuerda el comisario Jack Persekian, en 1948, durante los preparativos de la Bienal de Venecia, en la entrada de lo que hoy es el pabellón israelí, colgaba un cartel con la escrita "Palestina". Nada más cambiar el rumbo de la historia y también en el cartel de la Bienal desapareció el nombre de Palestina y apareció el de Israel. La prepotencia de la geopolítica entraba poderosamente en el templo de las artes contemporáneas.

Asimismo Salwa Mikdadi, comisaria del actual pabellón palestino, recuerda una anécdota de hace pocos años: "En la Bienal de Venecia del 2003 Francesco Bonami, el director de la 50ª Bienal de Arte, consideró incluir un pabellón palestino en los Giardini. Sus planes fueron cancelados por la Bienal ya que sus reglas dicen que sólo los países reconocidos por el Gobierno italiano pueden lograr el estatus de pabellón. De todos modos, Bonami comisionó a Sandi Hilal y Alessandro Petti la creación de una obra para los Giardini. La obra Stateless Nation consistió en diez "pasaportes" palestinos de dos metros de altura y documentos de viaje que se instalaron en diferentes sitios entre los pabellones nacionales. (...) Uno de estos "pasaportes" se situó estratégicamente entre el pabellón de EEUU y el de Israel, a recordar la complicidad de estas naciones en la obstrucción del curso de la justicia para los inalienables derechos de los palestinos". (2) 

Más de sesenta años después de aquel cartel que llevaba el nombre de Palestina y más allá de algunas presencias anecdóticas o puntuales de artistas palestinos en Venecia, esta tierra, cada vez más lacerada y fragmentada, vuelve a tener un sitio propio en la histórica Bienal.

Las obras expuestas en el pabellón reflexionan sobre múltiples aspectos que remiten, de una forma u otra, al tema de la ocupación. Los siete artistas, Taysir Batniji, Shadi HabibAllah, Khalil Rabah, Emily Jacir, Jawad Al Malhi, Sandi Hilal y Alessandro Petti, desarrollan un discurso que es, al mismo tiempo, artístico y político.

Sandi Hilal, Alessandro Petti. Ramallah Syndrome

Sandi Hilal, Alessandro Petti. Ramallah Syndrome

En Ramallah Syndrome Sandi Hilal y Alessandro Petti construyen una instalación/habitación al interior de la cual diferentes altavoces reproducen una serie de conversaciones entre los autores y numerosas personas de la sociedad palestina. La ciudad de Ramallah se está convirtiendo en la capital de facto de Palestina y esta situación se debe sobre todo al fracaso del "proceso de paz" de Oslo. Diferentes contradicciones, entre ocupación y libertad, la creación de nuevos ordenes sociales y espaciales, soberanía, resistencia, identidades y proyectos coloniales, componen el tejido urbano y social de la nueva Ramallah. La obra de los dos artistas cuestiona si la Síndrome de Ramallah sea el objetivo de un proceso de paz o el resultado de su fracaso. Sin duda, en el medio de tantas palabras y sonidos, lo que se percibe más fuerte es una sensación de soledad.

Los trabajos de Emily Jacir y Khalil Rabah se vinculan al concepto de geografía fragmentada. Stazione 2008-2009 de Emily Jacir es una citación de diálogo mediterráneo. Una intervención en las estaciones de la línea 1 del Vaporetto, que recorre todo el Gran Canal, en las que ha añadido en lengua árabe los nombres de las diferentes paradas. Una obra de traducción que remite a la historia de relaciones entre Venecia, el mundo árabe y Palestina. Una historia de riqueza, de encuentros y de intercambios culturales, arquitectónicos y comerciales a la cual se contrapone un presente, en Palestina, de pobreza y privación marítima.

Khalil Rabah - A Geography: 50 Villages

Khalil Rabah - A Geography: 50 Villages

En la obra A Geography: 50 Villages, de Khalil Rabah, advertimos la necesidad de visibilidad y reconocimiento de una Palestina aislada. El paisaje fijado en las postales supone una ruptura del aislamiento, un envío hacia otros destinos, una intención de apertura al mundo.

Tres obras más completan la selección del pabellón palestino: Sensaciones de ausencia y distancia emergen en la instalación Hannoun de Taysir Batniji; reflexiones sobre la marginalidad y la claustrofobia en los campos de refugiados están a la base de las fotografías de Jawad Al Malhi; una sensación de extrañamiento irrumpe de Ok, hit, hit but don't run, la obra de animación de Shadi HabibAllah.

Taysir Batniji - Hannoun

Taysir Batniji - Hannoun

La ciudad de Venecia, durante la celebración de la Bienal de arte, se convierte, no sólo en un paisaje compuesto de y por elites artístico/culturales, sino también en un contexto de confrontación y diálogo, tal y como deberían ser determinados eventos de carácter internacional. Palestina, su conflicto y su resistencia, reclama su presencia.

El fracaso de la así llamada comunidad internacional y de sus leyes para proteger Palestina y los palestinos se puede superar trabajando desde distintos ámbitos de la cultura. En este sentido el territorio del arte contemporáneo puede representar una base útil para cuestionar el presente y sobre la cual empezar la escritura de una nueva historia.

Web:

http://www.palestinecoveniceb09.org/Homepage.html

(1) Guerra, Carles. "Problemas con la infraestructura". Cultura/s - La Vanguardia 12/08/2009. En línea:

http://www.e-barcelona.org/index.php?name=News&file=article&sid=9130

(2) Mikdadi, Salwa. "Palestine c/o Venice". En: VV.AA. Palestine c/o Venice. Catálogo de la exposición. Mind the Gap. Beirut, 2009. Pág. 9.